Los dos bancos italianos con problemas, Banca Veneto y Banca Popolare di Vicenza, son inviables o están a punto de serlo, según explica el Banco Central Europeo (BCE) en un comunicado donde los ha declarado "en quiebra o a punto de quebrar". Ambas son entidades de la región del Veneto y arrastran problemas de solvencia desde 2014.

Los balances de 2016 revelan que Banca Veneto cuenta con un balance ligeramente inferior a los 30.000 millones y que Popolare di Vicenza tenía menos de 35.000 millones. Ante esta situación, el BCE ha ordenado una solución inmediata para ambas entidades. Igual que hizo con el banco español el pasado 6 de junio.

El mantra de la inviabilidad inmediata o próximo, que se utilizó por el mecanismo único de resolución para Popular, implica que este fin de semana se buscará una solución para ambas entidades. Pero no será la resolución, como ocurrió con el banco español ahora en manos de Santander, sino su liquidación. No obstante, los artículos de la legislación italiana que se utilizarán salva a los dueños de deuda sénior y a los depositantes, también los que tienen más de 100.000 euros, según Il Sole. Los dueños de deuda subordinada sí perderán todo o parte de su dinero.

"El BCE ha dado tiempo a ambas entidades para presentar sus planes de recapitalización, pero han sido incapaces de ofrecer una solución creíble", explica el supervisor. Por lo tanto, el organismo que preside Mario Draghi ha informado de esta circunstancia a la Junta de Resolución Única y este ha determinado que tampoco se han alcanzado las condiciones para una acción de resolución.

"Los bancos se intervendrán de acuerdo a la legislación de insolvencias", añade el BCE. Se espera que el gobierno italiano arranque un proceso de liquidación para ambas entidades en algún momento de este fin de semana a través de un decreto de emergencia. El Gobierno transalpino escindirá el balance de ambas entidades en dos: un banco bueno y otro malo, según la agencia Reuters.