El techo de gasto no financiero de las Administraciones Públicas es un instrumento recogido en la Ley de Estabilidad Presupuestaria por el que se fija el límite máximo de gastos que pueden realizar las administraciones sin incumplir el objetivo de déficit público cada año.
España tiene que reducir este saldo desde el 3,1% del PIB en 2017 –en el caso de que lo consiga—hasta el 2,2% del PIB el próximo año, la parte que le corresponde al Estado es del 0,7% del PIB. Para ello, el techo de gasto que se ha establecido para la Administración Central durante el próximo año es de 119.834 millones de euros, un 1,3% superior al de 2017.
¿Cómo se calcula el techo de gasto?
Para poder fijar este límite, el Gobierno lleva a cabo antes una estimación de los ingresos para el ejercicio correspondiente; anticipa, por ejemplo, cuánto recaudará el Estado por la vía de los impuestos. Y es que el déficit público es, a grandes rasgos, la diferencia entre lo que se ingresa y lo que se gasta. De esta forma, un nivel más alto de ingresos debería permitir un límite de gasto mayor, siempre que se cumpla el objetivo de estabilidad, según indica la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).
¿Por qué se calcula?
El Consejo de Ministros aprueba el techo de gasto como primer paso en la elaboración de los Presupuestos de cada año, junto a los objetivos de déficit y deuda pública. Dicho de otro modo, una vez se determinan los límites de déficit y deuda, de acuerdo con las exigencias de Bruselas, también se establece lo que se puede gastar –debe ser aprobado por el Gobierno y refrendado por el Parlamento antes del 1 de agosto-- y, a continuación, se arman los Presupuestos.
¿Y el cuadro macroeconómico?
Es un conjunto de proyecciones macroeconómicas sobre las que se sustentan las cifras de ingresos y gastos. Engloba previsiones de PIB o paro que permiten anticipar cuánto se recaudará o cuánto se puede llegar a gastar en prestaciones por desempleo, por ejemplo.
¿Cuál es el debate?
El debate político se centra en primer lugar en el techo de gasto. Partidos como PSOE o Podemos pedirán que el Gobierno habilite un límite superior al anunciado, para que haya más recursos, por ejemplo, para políticas sociales.
En el caso de Ciudadanos, lo que se ha planteado es la exigencia de rebajar el IRPF, lo que afectará de una u otra forma, sobre los ingresos tributarios, antes de dar su apoyo al techo de gasto.
Una vez prospere el techo de gasto y los objetivos de déficit y deuda en el Parlamento, se debatirá el proyecto de Ley de Presupuestos en su totalidad y, si no es rechazado, posteriormente se debatirá su articulado.
¿Cómo afecta a las distintas administraciones?
El techo de gasto es la referencia a la que se tienen que ajustar las comunidades autónomas y ayuntamientos, además del Estado. Hasta 2012 solo afectaba a este último, pero una modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria de ese año amplió el radio de acción del límite de gasto para mantener la disciplina presupuestaria en todos los niveles de la administración.
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