Spotify ha cerrado un acuerdo con Sony Music, el segundo mayor sello discográfico del mundo. Según los términos de este pacto, la discográfica se compromete a rebajar los derechos de autor que cobra a la plataforma, mientras que esta restringirá los nuevos discos para que durante las dos primeras semanas sólo los puedan escuchar los usuarios premium y no los gratuitos.

Eso significa que los que no paguen su cuenta mensual no podrán escuchar esas nuevas canciones, mientras que aquellos que sí lo hagan tendrán todo el catálogo de Sony sin ningún tipo de problema. Entre los artistas más populares del sello están Adele, Beyonce o Shakira, que acumulan miles de millones de reproducciones en Spotify.

El acuerdo es similar al que ya cerraron en abril la compañía sueca y Vivendi, que es propietaria de Universal. Esta discográfica es la mayor del mundo y cuenta entre sus filas con Drake, el artista más escuchado en Spotify, y con otras estrellas como Rihanna o Justin Bieber.

Así, solo queda cerrar algo similar con Warner Music, la tercera en discordia, algo que no tardará demasiado en ocurrir. Son pasos muy necesarios para Spotify, que ayudarán a cuadrar sus balances ante la inminente salida a bolsa, que podría producirse a finales de este año o a comienzo del que viene.

Con una valoración de 13.000 millones de dólares, más de 11.300 millones de euros, la empresa fundada y dirigida por Daniel Ek ha decidido debutar en el parqué listando sus acciones, y no sacando más títulos a disposición de cualquier inversor. Así se aseguran una salida a bolsa menos convulsa y mantienen el control de la plataforma escandinava.

Una solución financiera

Este acuerdo es absolutamente necesario para Spotify, sobre todo para sus cuentas. En 2016 la plataforma perdió 539 millones más, doblando los números rojos que ya registró un año anterior.

Esos agujeros financieros son culpa de los pagos que debe afrontar en concepto de derechos de autor a las grandes discográficas. Entre las tres gigantes de la industria, Universal, Sony y Warner, se reparten la propiedad del 80% del catálogo actual de Spotify.

Actualmente el mercado de la música se reparte entre cuatro actores. Universal tiene el 28,9% del mercado, mientras que Sony y Warner tienen que conformarse con un 22,4% y un 17,4% respectivamente. El 31,3% restante se lo quedan los sellos independientes, que se aglutinan mayoritariamente dentro de Merlin. Esta asociación, formada por más de 20.000 discográficas independientes, también tiene un acuerdo con Spotify.

Con más de 50 millones de suscriptores premium, la decisión que sale del acuerdo solo afectará a los alrededor de 90 millones de usuarios del servicio gratuito que tiene actualmente la aplicación escandinava, pero seguro que impulsa a muchos a pagar los 10 euros que cuesta al mes.