Spotify está teniendo muchos problemas para sacar rentabilidad financiera a un servicio que tiene millones de suscriptores y que es líder de su sector de manera aplastante. En el año 2016 la compañía sueca duplicó sus usuarios, pero también dobló su agujero de deuda al multiplicar sus pérdidas.

Según un documento al que ha tenido acceso The Wall Street Journal, ya que Spotify no tiene obligación de publicar sus cuentas al no cotizar en bolsa, la plataforma de música en streaming perdió 539 millones de euros el año pasado, frente a los 231,4 millones de euros que se dejó en 2015.

Estas fuertes pérdidas las atribuyen, en gran parte, a un aumento de los costes financieros. Ese agujero de deuda sigue aumentando pese a que Spotify consiguió disparar sus ingresos un 52% hasta los 2.930 millones de euros.

A esas negativos resultados hay que añadir, además, que la start up fundada y presidida por Daniel Ek tiene que hacer frente a los pagos del acuerdo al que ha llegado con sellos musicales y artistas. Según esos pactos, Spotify deberá pagar un mínimo de 2.000 millones de euros en los dos próximos años, tras cerrar unas negociaciones que han sido las responsables de que cantantes como Taylor Swift vuelvan a poner sus canciones en la plataforma.

Este acuerdo era uno de los grandes objetivos que los directivos comandados por Ek llevan tanto tiempo persiguiendo. El 80% del catálogo de Spotify es propiedad de las tres grandes discográficas, Universal, Warner Bros y Sony, por lo que conseguir cerrar una cantidad fija en cuanto a los pagos era esencial. Es el mayor gasto anual al que tienen que hacer frente las cuentas de la firma y, de esta manera, está controlado.

La métrica de usuarios sí debe tener a los responsables de la empresa nórdica bien contentos. A cierre de 2016 Spotify contaba con 48 millones de usuarios premium, pero la cifra ha superado sobradamente los 50 millones en lo que llevamos de año, y muy probablemente el número se sitúa ya más cerca de los 60 millones que de la media centena. El aumento en los doce meses del año pasado superó el 71%.

A esa cantidad hay que sumar aquellas cuentas que utilizan la plataforma de manera gratuita. Si se juntan ambas modalidades Spotify aumentó sus usuarios un 38% hasta más allá de los 126 millones a cierre de 2016, lo que significa que los 140 millones no deben andar lejos a día de hoy.

Actualmente el 90% de los ingresos de Spotify proceden de los usuarios premium que pagan su cuota mensual. La otra versión, que se basa en que aquellos que utilizan la versión free escuchen anuncios entre canción y canción, no es tan lucrativa pese a que tiene muchos más usuarios.

Debut bursátil

Hace ya tiempo que los dirigentes de Spotify planean la salida a bolsa de la compañía, pero los pensamientos de Ek pasan por aterrizar en Wall Street por un camino un tanto diferente al habitual. En vez de hacer una oferta pública de acciones, con la intención de levantar capital y aumentar el valor de la empresa, los ejecutivos suecos planean listar las acciones directamente.

Así mantendrían un control total sobre los títulos, aunque no evitarían totalmente la volatilidad del mercado, algo que ya han sufrido en Snapchat, Twitter e incluso en pesos pesados bursátiles como Facebook.

De momento, Morgan Stanley y Goldman Sachs están haciendo las veces de asesores en una operación que podría valorar a Spotify en el entorno de los 13.000 millones de dólares, más de 11.600 millones de euros, gracias en parte a la última ronda de financiación en la que levantó 1.000 millones de dólares, casi 900 millones de euros, en marzo de 2016.