Caixabank, el tercer banco español por volumen de activos, tras el Santander y el BBVA, y la primera entidad de Cataluña con diferencia, tomará en las próximas horas una decisión histórica. La comisión ejecutiva, que preside Jordi Gual Solé, se debate entre la decisión inmediata de trasladar la sede desde Barcelona a Baleares; o bien, condicionar esa decisión a que el presidente de la Generalitat declare unilateralmente la independencia (DUI).

Algunos consejeros son partidarios de anunciar este viernes esa decisión para cortar la sangría combinada de salida de depósitos y la caída en Bolsa. Otros creen que la decisión hay que aplazarla al próximo lunes hasta ver si Carles Puigdemont declara la independencia en un pleno del Parlament que ha sido suspendido por el Tribunal Constitucional.

Según fuentes de la entidad: "si hay DUI, habrá traslado de sede". La retirada de Caixabank de Cataluña tiene lugar poco después de que el Banco de Sabadell haya decidido marcharse a Alicante, lo que añade aún más incertidumbre a la situación económica catalana bajo la amenaza de secesión.

Si hay declaración unilateral de independencia, habrá traslado de sede a Baleares

El Sabadell había sufrido en los últimos días una fuerte retirada de depósitos, así como una sensible caída de valor en Bolsa ante la posibilidad de que, en una hipotética independencia, Cataluña quedara fuera del euro y las entidades financieras domiciliadas en su territorio se situaran al margen del paraguas del Banco Central Europeo (con lo que ello lleva consigo, desde el punto de vista de la garantía para los depositantes).

Pero, si el Sabadell es importante para la economía catalana, Caixabank es su pulmón financiero y su locomotora empresarial. Si el Barça es más que un club, la Caixa es mucho más que una entidad financiera. La vida cultural, social y política de Cataluña del último medio siglo no se entiende sin la Caixa.

Desde el gobierno siempre se ha creído que la única institución capaz de parar al independentismo era la Caixa. En parte, esto es así. De hecho, según fuentes solventes, fueron las presiones de la entidad las que evitaron que Puigdemont anunciara en su discurso del pasado miércoles la decisión de declarar la independencia unilateral.

La presión de Caixabank evitó que Puigdemont se comprometiera a hacer la declaración de independencia en el Pleno del Parlament

Pero el presidente de la Generalitat está también sometido a las amenazas de la CUP y de las organizaciones de masas (la ANC y Òmnim), que han llevado el peso dela movilización en pro de la independencia. La opinión mayoritaria hoy en Cataluña es que Puigdemont optará por la DUI pase lo que pase para que sus socios no acaben con él.

Caixabank tiene un sólido balance y una posición holgada de liquidez, pero no puede arriesgarse a que su solvencia se vea comprometida. La mayoría de los clientes que han decidido sacar de Cataluña sus ahorros lo han hecho dentro de la misma entidad a sucursales de Aragón o de Andorra. Una pequeña parte se los ha llevado a otros bancos.

El presidente de la Fundación La Caixa (principal accionista de Caixabank), Isidro Fainé ha sido uno de los personajes clave de Cataluña en el último cuarto de siglo. Desde su posición ha tratado de tender puentes entre Barcelona y Madrid, entre el nacionalismo y el gobierno de Mariano Rajoy. Sin embargo, las relaciones personales entre Fainé y el presidente del gobierno se enfriaron hace un par de años, justo cuando Artur Mas optó por la vía de la ruptura.

Fainé, que no es sospechoso de independentista, se reunió hace quince días con Felipe VI para tratar sobre la situación en Cataluña

La decisión que se adoptará en las próximas horas será trascendental para el futuro de Cataluña. Ante la eventualidad del traslado de su sede a Balerares (también se barajó Navarra, donde tenía su cuartel general la absorbida Banca Cívica), la CUP ha llamado al boicot y ha pedido a la Generalitat que corte sus relaciones con La Caixa.