El president de la Generalitat ha lanzado un último reto al Rey Felipe VI y al Gobierno antes de la declaración de independencia unilateral que pretende lanzar el lunes. En un ejercicio de bilateralidad, Carles Puigdemont se ha mostrado dispuesto a aceptar una mediación sobre Cataluña que las instituciones del estado rechazan por considerar al Govern inhabilitado para negociar por haber incumplido la Constitución, el Estatut catalán y sus propias normas parlamentarias. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, le ha respondido inmediatamente que está "fuera de la ley" y le ha pedido "respeto" a Cataluña, a España y a sus ciudadanos.

Puigdemont ha dejado "una puerta abierta al diálogo" en un discurso televisado de ocho minutos que no ha incluido la palabra 'independencia'. Para referirse a ese objetivo ha hablado de "aspiraciones soberanistas" y hasta del "sueño" del pueblo catalán. Ha recordado las distintas ofertas de mediación existentes estos días para reprochar al Gobierno su negativa a negociar. "Nunca hemos recibido una respuesta positiva del Estado a ninguna de las opciones de mediación que hay sobre la mesa, y creo que es una irresponsabilidad no atender a los mensajes que llegan desde dentro y fuera del Estado para resolver esto desde la política y no de la policía", ha explicado.

Acusa al Rey de incumplir sus obligaciones recogidas en la Constitución

En un tono conciliador hacia los españoles y con reiteradas llamadas a la unidad del pueblo catalán -especialmente dedicado a los no independentistas para que no muestren sus discrepancias- Puigdemont ha respondido al discurso del Rey Felipe VI que acusaba al Govern de "deslealtad inadmisible" hacia los poderes del Estado y de "quebrantar los principios democráticos" de todo el estado de derecho.

"Quiero dirigirme al Rey para decirle que así no. Con su actitud ha decepcionado a gente en Cataluña que espera de usted otro tono y una apelación al diálogo", ha dicho Puigdemont en catalán, una "lengua que el Rey entiende y conoce". Ha explicado que no puede "compartir ni aceptar" un discurso del monarca "que hace suyas las políticas del Gobierno de Rajoy que han sido catastróficas", antes de hacer un ejercicio de cinismo al reprochar a Felipe VI que incumpla los deberes que le encomienda la Constitución.

Reprocha a Felipe VI que no actúe como mediador en el conflicto

"Ignora deliberadamente a los catalanes que no estamos de acuerdo e ignora a las víctimas de una violencia que ha llegado al corazón de medio mundo. La Corona debe respeto a todos estos ciudadanos como establece la Constitución", ha reprochado, subrayando el  "papel mediador" de la Monarquía "que tampoco ha querido" cumplir, a su juicio, el Rey. Por este motivo, ha considerado que Felipe VI desempeña un "rol inadecuado que sólo busca aplanar las decisiones del Gobierno para liquidar las aspiraciones soberanía" del pueblo catalán. "Así no", le ha espetado, antes de reprocharle que "decepcione a mucha gente en Cataluña que le aprecia y que le ha ayudado en momentos complicados para la institución".

La máxima autoridad del Estado en Cataluña ha asegurado que "este momento exige mediación" y ha mostrado su "disposición" a aceptarla. "Paz, diálogo y acuerdo forman parte de la cultura política de nuestro pueblo", ha afirmado, acusando al Gobierno de cometer una "grave irresponsabilidad" al negarse. Ha denunciado la "represión sin precedentes" que se produjo el domingo para evitar el referéndum y la ha contrastado con el civismo del "paro generalista" de Cataluña el lunes, que mostró "la mejor cara de nuestro país".

Para mantener ese imagen de sociedad cívica, ha pedido a los catalanes que mantengan su "confianza" y eviten caer en "provocaciones" que lleven a la violencia. "Hacernos fuertes en la dignidad para hacer posible el sueño que nos propongamos", ha instado. "No dejemos que nos echen todo por tierra por miedo y cobardía", ha reclamado.

Justo 24 horas después de las palabras del monarca, Puigdemont ha recordado que el pueblo catalán "es una piña" y que lo ha demostrado "con civismo y paz" en el paro general celebrado el lunes. "Hubo imágenes muy simbólicas, con banderas españolas y esteladas que compartieron el rechazo a la violencia y a las cargas de las fuerzas policiales contra población civil", ha asegurado.

"Admiración en todo el mundo"

Puigdemont ha querido "poner en valor la actitud" de los catalanes que se manifestaron con "actitud pacífica". También ha hecho una llamada a la unidad contra "la violencia de algunos", pese a los "errores y las discrepancias".

"No sabéis la admiración que estamos recogiendo en todo el mundo con esta actitud tan cívica", ha dicho Puigdemont, recordando que hay "quien pretende presentar la declaración catalana como algo ilegítimo, ilegal y criminal". "Todos estamos muy tranquilos y muy reconfortados", ha explicado, por el reconocimiento internacional alcanzado.

Ya en español, Puigdemont ha querido dirigirse "a los ciudadanos españoles que nos han mandado su solidaridad" y ha agradecido el esfuerzo "de mucha gente para acompañar al pueblo catalán en sus reivindicaciones. Un sólo pueblo que no tiene problemas con la cultura o las lenguas y que no quiere renunciar a la diversidad".

"Hoy tenemos nuestro objetivo más cerca. El domingo hicimos un referéndum bajo una represión nunca vista", ha apuntado Puigdemont, que ha pedido "mantener la esperanza y evitar caer en la provocación. Tenemos que hacernos fuertes en la necesidad para hacer realidad el sueño que nos propongámos".