El consejo de administración de Banco Sabadell, reunido este jueves, ha decidido cambiar el domicilio social de la entidad a Alicante, ante la incertidumbre que está originando el desafío independentista. Madrid y Oviedo eran las otras candidatas para albergar la sede del grupo, pero Alicante partía como favorita, al encontrarse allí el back up del banco, desde el cual se duplican sus sistemas informáticos.

La entidad, que nació en Barcelona hace 136 años, está explicando a los grandes inversores que este movimiento responde a la necesidad de blindarse jurídicamente ante un escenario extremo, al tiempo que lanza un mensaje al mercado de rechazo al órdago secesionista.

El grupo catalán explica a sus grandes clientes que rechaza la independencia de la región

La firma Alantra, antigua N+1, ha comunicado a sus clientes, tras ponerse en contacto con Sabadell para confirmar su intención de sacar su sede de Barcelona, que el grupo que preside Josep Oliu pretende "legalmente, poder mantener pleno acceso al BCE y al Fondo de Garantía de Depósitos española en el peor de los escenarios, si Cataluña declara su independencia unilateral y hay incertidumbre jurídica sobre el estatus de la región".

Junto a ello, la firma explica que Sabadell pretende "mostrar al mercado y a su clientela que no apoya el movimiento independentista y con ello evitar cualquier posible boicot de los clientes".

Con este movimiento, el banco se adelantaría a la celebración del pleno del Parlament de Cataluña del próximo lunes, en el que se podría aprobar la declaración unilateral de independencia de la región tras el referéndum ilegal celebrado el pasado domingo.

Las fuentes consultadas han asegurado que la posición de liquidez del banco no se ha visto afectada por la incertidumbre política y económica en Cataluña, aunque sí reconocen que la volatilidad experimentada durante las últimas sesiones bursátiles ha despertado cierta preocupación en la entidad.