La salida a bolsa en Brasil del nuevo gigante energético latinoamericano controlado por Iberdrola se va a hacer esperar. Los planes del nuevo grupo, nacido de la fusión de las brasileñas Neoenergia y Elektro, eran debutar en bolsa a finales de este mes, pero los socios de la compañía han decidido posponer la operación a la espera de mejores condiciones en el mercado, según ha adelantado Europa Press. De momento, no hay fecha concreta para retomarla.

La nueva Neoenergia presentó a principios de septiembre un folleto preliminar para el reigstro de una oferta pública de colocación de acciones a la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM). Cuando anunció la fusión de las brasileñas Neoenergia y Elektropara, Iberdrola ya desveló que los planes de futuro del nuevo grupo contemplaban sacar a bolsa parte de su capital cuando los otros socios de la compañía (Previ y Banco do Brasil) dieran su visto bueno. Y lo dieron enseguida.

El proceso iniciado no era vinculante, pero los planes de la compañía pasaban por empezar a cotizar a finales de octubre en la bolsa de Sao Paulo. La operación se pretende articular a través de una doble colocación –una primaria y otra secundaria- de acciones, para lo que el consejo también dio luz verde a elevar el límite máximo de capital social hasta los 12.835 millones de reales (unos 3.400 millones de euros). Esto es, 3.500 millones de reales más (930 millones de euros) que el tope actual.

El grupo resultante de la fusión de Neoenergia y Elektro está controlado por Iberdrola, que cuenta con un 52,45% del capital, frente al 38,21% de Previ y el 9,35% de Banco do Brasil. El objetivo de la eléctrica española es mantener una posición de control en el nuevo gigante tras la futura salida a bolsa, sin que su participación baje del 50% del capital.

Iberdrola no pretende desinvertir en el grupo mediante la operación de colocación en bolsa. Pero los otros dos socios de la nueva Neoenergía sí que aprovecharán para vender total o parcialmente sus paquetes accionariales.

La unión de las dos eléctricas brasileña era un viejo anhelo de Iberdrola. La compañía española había intentado fusionar Elektro (en la que era socio único) y Neoenergia (en la que tenía un 39% del capital) en repetidas ocasiones desde 2011 con el objetivo de crear un mastodonte con base en Brasil. La integración de las dos compañías permitirá la creación del mayor grupo eléctrico de Latinoamérica por número de clientes, con un total de 13,4 millones de usuarios.

La unión de Elektro y Neoenergia  prestará servicio en un territorio con una población superior a los 34 millones de personas, frente a los 18 millones de población del área de influencia de Iberdrola en España. Su área de concesión comprenderá 836.000 kilómetros cuadrados, frente a los 190.000 kilómetros cuadrados de Iberdrola en España. Y su red de distribución se extenderá a lo largo de 585.000 kilómetros, frente a los 68.000 kilómetros en el caso de España.