Iberdrola ya está al frente del nuevo gigante de la energía de Latinoamérica. En un tiempo récord –poco más de dos meses desde el anuncio del acuerdo-, la compañía española ha conseguido cerrar la fusión de las dos eléctricas brasileñas en la que participaba, Elektro y Neoenergia.

Tras recibir la autorización de las autoridades de competencia y el visto bueno de las juntas de accionistas, Iberdrola se coloca como máximo accionista (con un 52,45%) de un nuevo coloso con una facturación conjunta de unos 8.000 millones de euros y un beneficio de explotación de más de 900 millones.

Con la operación, Iberdrola conseguirá disparar su beneficio este año. La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán ha desvelado que la fusión de ambas compañías brasileña tendrá un impacto en sus cuentas de 480 millones de euros en 2017. El año pasado Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 2.705 millones, y el plan estratégico del grupo contempla un incremento del resultado del 7,5% anual hasta 2020. En las cuentas de este año, ese incremento va a ser mucho mayor de manera excepcional.

La unión de las dos eléctricas brasileña era un viejo anhelo de Iberdrola. La compañía española había intentado fusionar Elektro (en la que era socio único) y Neoenergia (en la que tenía un 39% del capital) en repetidas ocasiones desde 2011 con el objetivo de crear un mastodonte con base en Brasil. La integración de las dos compañías permitirá la creación del mayor grupo eléctrico de Latinoamérica por número de clientes, con un total de 13,4 millones de usuarios.

Tras seis años de tira y afloja, Iberdrola consiguió convencer a sus socios en Neoenergia para aceptar la unión de las dos compañías. En el nuevo grupo Iberdrola será el socio mayoritario con un 52,45% de las acciones, frente al 38,21% que tendrá la Caixa de Previdencia de Funcionarios do Banco do Brasil  (Previ) y el 9,35% del Banco do Investimento, controlado por Banco do Brasil. Los planes del grupo español pasan por sacar a bolsa parte del capital de la nueva compañía en un futuro, cuando los otros socios den su visto bueno.

La unión de Elektro y Neoenergia  prestará servicio en un territorio con una población superior a los 34 millones de personas, frente a los 18 millones de población del área de influencia de Iberdrola en España. Su área de concesión comprenderá 836.000 kilómetros cuadrados, frente a los 190.000 kilómetros cuadrados de Iberdrola en España. Y su red de distribución se extenderá a lo largo de 585.000 kilómetros, frente a los 68.000 kilómetros en el caso de España.