Cuando anunció la fusión de las brasileñas Neoenergia y Elektro para crear un nuevo gigante latinoamericano de la energía, Iberdrola ya desveló que los planes de futuro del nuevo grupo contemplaban sacar a bolsa parte de su capital cuando los otros socios de la compañía (Previ y Banco do Brasil) dieran su visto bueno.

Pues ya lo han dado, y esos planes de futuro ya están aquí. Tan sólo una semana después de cerrar formalmente la integración de las dos compañías, la nueva filial brasileña de Iberdrola ha iniciado los trámites para estrenarse en la bolsa del país sudamericano.

Tras su aprobación del consejo de administración del grupo, Neoenergia ya presentó anoche a la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM) un folleto preliminar para el registro de una oferta pública de colocación de acciones.

El proceso de momento no es vinculante, pero los planes de la compañía pasan por empezar a cotizar a finales de octubre en la bolsa de Sao Paulo. La operación se articularía a través de una doble colocación –una primaria y otra secundaria- de acciones, para lo que el consejo también dio luz verde a elevar el límite máximo de capital social hasta los 12.835 millones de reales (unos 3.400 millones de euros). Esto es, 3.500 millones de reales más (930 millones de euros) que el tope actual.

Iberdrola mantendrá el control

El grupo resultante de la fusión de Neoenergia y Elektro está controlado por Iberdrola, que cuenta con un 52,45% del capital, frente al 38,21% de Previ y el 9,35% de Banco do Brasil. El objetivo de la eléctrica española es mantener una posición de control en el nuevo gigante tras la salida a bolsa, sin que su participación baje del 50% del capital.

Iberdrola no pretende desinvertir en el grupo mediante la operación de colocación en bolsa. Pero los otros dos socios de la nueva Neoenergía sí que aprovecharán para vender total o parcialmente sus paquetes accionariales.

La unión de las dos eléctricas brasileña era un viejo anhelo de Iberdrola. La compañía española había intentado fusionar Elektro (en la que era socio único) y Neoenergia (en la que tenía un 39% del capital) en repetidas ocasiones desde 2011 con el objetivo de crear un mastodonte con base en Brasil. La integración de las dos compañías permitirá la creación del mayor grupo eléctrico de Latinoamérica por número de clientes, con un total de 13,4 millones de usuarios.

Tras seis años de tira y afloja, Iberdrola consiguió convencer a sus socios en Neoenergia para aceptar la unión de las dos compañías. En el nuevo grupo Iberdrola será el socio mayoritario con un 52,45% de las acciones, frente al 38,21% que tendrá la Caixa de Previdencia de Funcionarios do Banco do Brasil  (Previ) y el 9,35% del Banco do Investimento, controlado por Banco do Brasil. Los planes del grupo español pasan por sacar a bolsa parte del capital de la nueva compañía en un futuro, cuando los otros socios den su visto bueno.

La unión de Elektro y Neoenergia  prestará servicio en un territorio con una población superior a los 34 millones de personas, frente a los 18 millones de población del área de influencia de Iberdrola en España. Su área de concesión comprenderá 836.000 kilómetros cuadrados, frente a los 190.000 kilómetros cuadrados de Iberdrola en España. Y su red de distribución se extenderá a lo largo de 585.000 kilómetros, frente a los 68.000 kilómetros en el caso de España.