La Junta de Castilla y León se quedó sola defendiendo que la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) volviera abrir. El Gobierno central aprobó el pasado agosto el cierre definitivo de la planta, la más vieja de España y que no funcionaba desde finales de 2012.  Y aunque la Junta prefirió no recurrir en los tribunales la clausura de la central, ahora se dispone a cumplir su amenaza y creará un impuesto ambiental específico para los residuos nucleares que temporalmente se almacenarán en ella.

El proyecto de presupuestos de la comunidad para 2018 contempla una recaudación de 10 millones de euros por este nuevo impuesto aún no en vigor. Un gravamen que tendrá que asumirá el gestor de Garoña. De momento, el titular de la planta sigue siendo Nuclenor, la sociedad participada a partes iguales por Iberdrola y Endesa, que se encargará las labores de predesmantelamiento de la planta durante dos o tres años. Pero posteriormente la titularidad pasará a manos de Enresa, la empresa pública encargada de la gestión de los residuos y que asumirá el desmantelamiento de la central.

El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha desvelado en rueda de prensa la previsión de ingresos de 10 millones de euros el próximo año por el futuro impuesto por el impacto ambiental de los residuos radiactivos de carácter temporal. La figura impositiva aún no existe, y tendrán que crearla las Cortes de Castilla y León con una nueva ley. Fuentes del sector eléctrico apuntan que el nuevo impuesto es de dudosa legalidad, y dan por hecho que será recurrido por las compañías eléctricas y quizá también por el Gobierno.

Los planes del Ejecutivo regional pasan por destinar el dinero recaudado a planes de reactivación económica de la comarca en que está ubicada Garoña. La Junta aún no maneja plazos concretos para poner en marcha la tramitación del nuevo impuesto. Pero en principio no hay prisa. Según ha precisado la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, el tributo regional podría devengarse incluso a finales del ejercicio económico.