La banca apenas remunera el ahorro y los particulares, como respuesta, siguen cancelando depósitos y traspasando el dinero a cuentas corrientes. En un entorno de tipos de interés en mínimos históricos, las familias han retirado 38.265 millones de euros de imposiciones a plazo fijo en seis meses, es decir, 211 millones de euros al día, según datos del Banco de España al cierre de junio, que recoge Inverco.

El movimiento no es nuevo, aunque sí se ha intensificado en los últimos meses. De hecho, la salida de dinero de depósitos ha alcanzado niveles récord. En el conjunto de 2016, los ahorradores cancelaron depósitos por importe de 21.482 millones y un año antes el volumen retirado alcanzó los 38.482 millones. En los ejercicios anteriores, las cifras son significativamente menores.

Los reembolsos de depósitos coinciden con entradas masivas de dinero en cuentas de ahorro. Hasta junio, los particulares metieron 43.119 millones, una cifra sin precedentes en la historia. Durante 2016, los flujos de dinero que entraron en cuentas se situaron en 38.227 millones y un año antes, 37.071 millones.

Las familias tienen 860.562 millones, el 40% de su riqueza financiera, sin remunerar en cuentas, depósitos y efectivo

Este llamativo trasvase de dinero es la consecuencia del efecto McMenu. O lo que es lo mismo, lo que puede comprarse un ahorrador con los intereses que ganaría al contratar un depósito durante un año. Más bien, lo que podría comprar hace unos meses porque, con los tipos de interés actuales, no da ni para comprar una hamburguesa de la cadena de hamburguesas.

En agosto, último dato disponible, los bancos remuneraron las imposiciones a plazo fijo hasta 12 meses a una TAE (Tasa Anual Equivalente) del 0,09%. Para plazos de entre uno y dos años, el tipo se eleva ligeramente a 0,16%. Y para más de dos años, la rentabilidad baja hasta 0,11%, según datos del Banco de España.

Meter 10.0000 euros en un depósito a 12 meses genera un beneficio de 3,24 euros

Esta escueta remuneración supone que un ciudadano que coloque 10.000 euros en una imposición a plazo fijo durante 12 meses recibirá, al final de este periodo, 4 euros de intereses brutos. A este importe habría que aplicar una retención por rentas del capital del 19% (tipo vigente por plusvalías hasta 6.000 euros), es decir, 0,76 euros. En términos netos, el ahorrador ganará 3,24 euros.

Pese a que la banca apenas paga nada por el ahorro, las familias todavía tienen 860.562 millones de euros en depósitos, cuentas y efectivo que no generan rentabilidad. Esta cifra representa el 40% de la riqueza financiera de los españoles.

Por qué la banca no paga por el ahorro

El BCE, con su política ultraexpansiva para estimular la economía y sus subastas de liquidez, ha llenado el mercado de dinero, por lo que el pasivo de los particulares, tan preciado durante los momentos más críticos de la crisis, ya no es un bien escaso para los bancos. Las entidades tienen barra libre de liquidez y ya no necesitan pagar a sus clientes un plus adicional sobre el precio oficial del dinero -en el 0%- para, como ocurrió en el pasado, equilibrar sus balances, es decir, para cuadrar activo y pasivo.

Lejos quedan los tipos de interés de hasta el 5% que las entidades -especialmente las cajas y grupos más débiles- llegaron a abonar por el ahorro a finales de 2008 cuando, tras la caída de Lehman Brothers, los mercados mayoristas de financiación se cerraron a cal y canto, y se vieron obligadas a recurrir al pasivo minorista para compensar sus cuentas.

Por otro lado, el BCE, con el ánimo de estimular el crédito, ha situado la llamada “facilidad de depósito” en terreno negativo (-0,4%). Ello implica que las entidades tienen que pagar este porcentaje sobre el volumen de excedente de liquidez que cada día depositan en la ventanilla del banco central, lo que les disuade a la hora de querer captar dinero de más.

El auge de los fondos

Mientras las familias sacan su dinero de los depósitos, los fondos de inversión van ganando terreno como alternativa para lograr mayor rentabilidad. En los seis primeros meses del año, han entrado en estos productos más de 19.000 millones, elevando el patrimonio total hasta 302.083 millones de euros. Ya suponen el 14,1% del total del ahorro financiero de las familias, superando su nivel histórico anterior a la crisis.

La riqueza financiera -no incluye inversión inmobiliaria- de las familias españolas a finales de junio de 2017, se situó en 2,14 billones de euros, nuevo máximo histórico. Durante el primer semestre del año, los hogares españoles han aumentado en 64.849 millones de euros su saldo de activos financieros, lo que supone un incremento del 3,1% con respecto a diciembre de 2016.