CaixaBank sigue saneando su balance y aligerando su carga de activos tóxicos ligados al ladrillo. Acaba de vender al fondo norteamericano D.E. Shaw una cartera de deuda, bautizada como Proyecto Tribeca, valorada en 700 millones de euros. El precio de venta se ha situado por debajo de los 200 millones de euros, confirman a El Independiente fuentes próximas a la operación.

Con esta transacción, el grupo americano D.E. Shaw, que a nivel global gestiona más de 46.000 millones de dólares, se ha impuesto a los otros dos contendientes: el banco alemán Deutsche Bank y el fondo Farallon Capital, que también lanzaron ofertas vinculantes.

De este modo, el grupo que preside Jordi Gual sigue reduciendo la tasa de mora, eleva la liquidez y libera recursos para la concesión de nuevos créditos.

La exposición del banco a activos problemáticos cae un 15% en los últimos 12 meses hasta 7.200 millones

Al cierre de septiembre, la exposición de CaixaBank a activos inmobiliarios problemáticos se situó en 7.200 millones, un 15,6% menos que 12 meses antes. De éstos, 6.100 millones corresponden a adjudicados y 1.100 millones a crédito promotor. Desde el punto más alto, en el primer semestre de 2013, cuando los activos tóxicos alcanzaron los 12.800 millones, la entidad ha logrado una reducción del 44%.

Las entradas en adjudicados se redujeron a la mitad en el tercer trimestre, pasando de 270 millones entre julio y septiembre de 2016 a 141 millones en el mismo periodo del año pasado. También fue el mejor trimestre en venta de adjudicados. CaixaBank se deshizo de activos por importe de 380 millones, un 41,3% más que en el tercer trimestre de 2016.

Las entradas en adjudicados se redujeron a la mitad en el tercer trimestre de 2017

“La mejora de los fundamentales inmobiliarios y la confortable cobertura de los saldos problemáticos del 53% apoyan la reducción gradual de la cartera de adjudicados”, explicó la entidad en la presentación de resultados del tercer trimestre, últimos datos disponibles a la espera de que en los próximos días publique las cifras de cierre de año.

Al tiempo que el banco reduce su exposición al ladrillo, la ratio de morosidad se reduce. En septiembre, se situó en el 6,5%, frente al 7,1% del año anterior.