Economía

Weidmann mete presión a Draghi y aboga por poner fecha al fin de los estímulos

Weidmann mete presión a Draghi y abogar por poner fecha al fin de los estímulos.

El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann. EFE

Que Jens Weidmann abogue por poner fin a los estímulos financieros en la eurozona tiene poco de sorprendente. El presidente del Bundesbank se ha destacado a lo largo de su mandato por ser uno de los banqueros centrales más combativos contra las políticas extraordinarias implementadas por el Banco Central Europeo (BCE) para revitalizar la inflación en Europa.

Pero en un momento en que su nombre suena cada vez con más fuerza como candidato a próximo presidente del BCE, una vez que el mandato de Mario Draghi llegue a su fin en octubre de 2019, cualquiera de sus opiniones cobra una relevancia superior. Y este martes, el banquero alemán ha vuelto a dejar claro que para él el programa de compras de deuda (QE) necesita fecha de caducidad y muy próxima.

"Creo que hay una buena razón para reducir las compras de activos más pronto que tarde y fijar una fecha clara para su finalización", ha señalado Weidmann en una comparecencia para dar cuenta de los resultados del Bundesbank en 2017, cuando registró un beneficio de 1.900 millones de euros, un 375% más que en el mismo ejercicio de 2016, según recoge Europa Press.

Weidmann cree que si repunta la inflación no habrá argumentos para prolongar las compras de deuda

En los últimos meses, algunas voces en el seno del BCE se han manifestado a favor de fijar una fecha definitiva al fin de los estímulos en la eurozona, como ya reconoció Draghi en la comparecencia del pasado mes de diciembre. Las actas de la última reunión, la celebrada el 25 de enero, desvelaron que algunos miembros del Consejo de Gobierno abogaron por retirar de la comunicación del banco central la posibilidad de incrementar los estímulos monetarios si las condiciones económicas lo requirieran, aunque finalmente estas exigencias fueron descartados por prematuras.

El BCE mantiene actualmente en vigor el programa de compras de deuda a un ritmo de 30.000 millones de euros al mes, hasta septiembre, pero siempre ha dejado la puerta abierta a que este plazo se prolongue.

En su comparecencia de este martes, Weidmann recalcó que la economía, tanto en Alemania como en el conjunto de la eurozona, muestra una evolución "muy satisfactoria", que probablemente se traducirá en los próximos meses en una recuperación de la inflación. "Si el repunte continúa y los precios suben en consecuencia, en mi opinión, no hay razón para que el Consejo de Gobierno no finalice sus compras este año", dijo Weidmann.

En cualquier caso, el banquero alemán completó su discurso sobre la política monetaria en Europa con un tono mucho más suave de lo habitual en él. Así, hizo hincapié en que la normalización monetaria en la zona euro "llevará tiempo" y expresó su opinión favorable a una reducción "gradual y confiable" del grado de laxitud de la política monetaria cuando las perspectivas económicas de la zona euro lo permitan.

La reciente elección del ministro español Luis de Guindos como futuro vicepresidente del BCE eleva las opciones de Weidmann de dirigir el banco central, según diversos análisis. En este sentido, el presidente del Bundesbank defendió que el salto de Guindos de la política al banco central "no es inusual" y aseguró que "desde un punto de vista personal, puedo decir que he coincidido con el señor De Guindos como ministro de Economía en repetidas ocasiones y he aprendido a apreciarle como persona".

Powell defiende que la Fed siga subiendo tipos

Las palabras de Weidmann suponen una invitación a que el BCE se embarque con decisión en el camino de la normalización de las políticas monetarias, tras años de estímulos extraordinarios. En ese camino, el banco central de la eurozona tiene un modelo a imitar en la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que cerró el grifo de las compras de deuda hace ya más de tres años y, desde entonces, ha llevado a cabo ya cinco subidas de tipos.

Precisamente, el nuevo presidente de la Fed, Jerome Powell, ha protagonizado este martes su primera comparecencia como líder del mayor banco central del mundo ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Durante el mismo, Powell se mostró partidario de mantener en pie las líneas maestras de la política ejecutada por su antecesora en el cargo, Janet Yellen, defendiendo la conveniencia de proseguir una senda de subidas de tipos graduales.

El presidente de la Fed defiende la conveniencia de subir tipos de forma gradual

"A la hora de evaluar la senda apropiada para la política monetaria en las próximos años, continuaremos buscando un equilibrio entre evitar una economía sobrecalentada y situar la inflación en el 2 % de manera sostenida", expresó Powell.

El presidente de la Fed defendió la solidez del crecimiento en Estados Unidos y explicó que las recientes turbulencias que han experimentado los mercados financieros no han tenido una incidencia reseñable en las perspectivas económicas del país.

Precisamente, los buenos datos de la economía han llevado a una gran parte de los analistas a apostar que la Fed subirá los tipos de interés en su reunión del próximo 21 de marzo, la primera que dirigirá Powell.

"El tono del testimonio escrito de Powell sugiere que la posición de la Fed no ha cambiado realmente bajo su liderazgo, manteniendo el objetivo de las subidas graduales", apuntan los analistas de ING, que, sin embargo, creen que existe el riesgo de que el nuevo presidente acabe acelerando este proceso y ejecute hasta cuatro subidas en el año, debido a sus insinuaciones sobre el potencial al alza de la inflación.

Esta percepción llevaba este martes el interés del bono estadounidense a 10 años a situarse, nuevamente, por encima del 2,9%, tras haberse relajado en las últimas jornadas.

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