La brecha salarial de genero es una realidad indiscutible en toda Europa. Y España no es, ni mucho menos, una excepción. Aunque, como parte positiva, el país puede exhibir que, en su caso, esta brecha es inferior a la media.

Los últimos datos publicados por la oficina de estadística comunitaria Eurostat muestran que la brecha salarial de género en la Unión Europea se situaba al cierre de 2016 en el 16,2%, una cifra idéntica a la del año anterior y que refleja un descenso de 0,6 puntos porcentuales en el último lustro.

Frente a estas cifras medias europeas, España muestra una disparidad en el sueldo de hombres y mujeres dos puntos porcentuales inferior, del 14,2%. Esto significa que, por cada euro que cobraron los hombres por una hora de trabajo, las mujeres españolas ganaron 85,8 céntimos.

Estas cifras sitúan a España justo en la decimocuarta posición de los 28 países de la Unión Europea, en mejor posición que naciones como Alemania, Francia, Holanda, Reino Unido o Dinamarca, aunque muy lejos de los mejores países en este aspecto, que son Rumanía, Italia y Luxemburgo, con tasas ligeramente superiores al 5%.

Las diferencias más acusadas se dan en Estonia, República Checa, Alemania, Reino Unido y Austria, donde rebasan el 20%, según los datos aportados por Eurostat.

Los datos de España también evidencian una notable mejoría en los últimos cinco años, en los que la brecha de género se ha reducido en 3,4 puntos porcentuales, respecto al 17,6% en que se ubicaba a cierre de 2011, a pesar de que en el último año se ha mantenido sin variación.

Sólo Rumanía y Hungría han experimentado mejoras superiores en el último lustro. En cambio, en países como Eslovenia, Malta e Italia, la brecha se incrementó en el último lustro en más de tres puntos porcentuales.