En los últimos tiempos los ingresos de las personas mayores en España han sido objeto de un amplio debate. En torno a la polémica sobre las pensiones de jubilación se ha generado una discusión sobre la necesidad de aumentar la protección de un colectivo cuyas condiciones económicas parecen estar en declive. Al menos así se desprende de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2017 (que toma en consideración los ingresos de 2016), publicada este jueves por el INE, en el que se refleja que el porcentaje de españoles mayores de 65 años en riesgo de pobreza ha ascendido al 14,7%, la cifra más elevada desde la encuesta de 2012.

El incremento, desde el 13% anterior, supone el único aumento del riesgo de pobreza por grupos de edad y corrobora una tendencia que se viene reflejando en los tres últimos años, en los que la vulnerabilidad de los mayores ha ido en aumento. Con todo, este segmento de población se mantiene como el menos afectado por esta amenaza, que, como explica el propio INE, "un indicador relativo que mide la desigualdad". Es decir, no mide la pobreza en términos absolutos, sino cuántas personas tienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población.

Y la situación de los mayores de 65 años torna menos dramática cuando se toma en consideración el valor de sus viviendas cuando son propietarios: de este modo, solo el 8,9% se consideran en riesgo de pobreza.

Los menores de 16 años se mantienen como el segmento más amenazado por la pobreza, con un 28,1% en esta situación

Teniendo en cuenta el aumento de los ingresos que registraron los españoles en 2016, del 3,4% de media, el umbral de pobreza se elevó en este ejercicio a 8.522 euros en los hogares de una persona y a 17.896 euros en los compuestos por dos adultos y dos niños. A pesar de este aumento del umbral de pobreza, el porcentaje de españoles que sitúan sus ingresos por debajo de estos umbrales descendió en el último año al 21,6%, nueve décimas menos que en la encuesta anterior y la cifra más baja en cuatro años.

Los menores de 16 años repiten como el segmento de población más expuesto a este riesgo, con un 28,1% de los mismos por debajo del umbral de la pobreza (frente al 28,9% anterior), mientras que entre 16 y 64 años el porcentaje se sitúa en el 20,4%, siete décimas menos que un año antes. El número de familias que aseguran encontrarse ante dificultades para llegar a fin de mes experimentó un notable descenso en el último ejercicio, al situarse en el 9,3%, frente al 15,4% previo, lo que representa la cifra más baja en, al menos, cinco años.

Por estudios, el grupo de personas más sometidos al riesgo de pobreza es el de aquellas con estudios no superiores al nivel de secundaria, entre los que alcanza el 27,1%. Las familias de un adulto con uno o más hijos dependientes encabezan el listado por tipos de hogares, con un 40,6% en dificultades. Y atendiendo a la situación laboral los parados son, con diferencia, los más amenazados por la necesidad, con un 44,1% por debajo del umbral de pobreza.

En cuanto a la distribución regional de la pobreza, Extremadura figura como la región más afectada, con un 38,8%, seguida de Ceuta (32,5%), Andalucía (31) y Canarias (30,5). En el lado opuesto, Navarra, con un 8,3%, País Vasco y La Rioja (ambas con un 9,7%) se sitúan como las menos golpeadas por la amenaza de la pobreza.