Margarita Delgado, recién estrenada en el cargo de subgobernadora del Banco de España, se ha pronunciado esta mañana sobre la necesidad de la que banca revise su modelo de negocio para mejorar su rentabilidad. La dirigente ha subrayado la necesidad de cobrar de forma transparente por ciertos servicios que hasta ahora las entidades proporcionaban sacrificando su margen al tiempo que ha recomendado a las entidades seguir cerrando oficinas para reducir los costes de explotación y adaptarse al nuevo entorno.

"Quiero poner énfasis sobre la política de fijación de precios a nivel de producto o servicio, ya que, tradicionalmente se han venido prestando servicios a los clientes que no se cobran explícitamente y cuyo coste se ha cubierto con el margen de intereses. Creo que es importante introducir transparencia y rigor en la fijación de precios", ha asegurado.

"La fijación de precios es uno de los elementos que el Mecanismo Único de Supervisión incluye entre los aspectos sobre los que recomienda a las entidades hacer mejoras", ha añadido durante su comparecencia en las jornadas financieras organizadas por KPMG y Expansión.

Los bancos españoles han de mejorar su solvencia, dado que su nivel de capital es inferior a la media en Europa

Junto a ello, ha puesto el acento en el peso que tienen los gastos de explotación. "No cabe duda de que las entidades españolas han realizado un gran esfuerzo en términos de ajuste de capacidad en los últimos años. El número de empleados y de oficinas se han reducido en, aproximadamente, un 32% y un 40%, respectivamente, desde sus máximos en 2008", ha recordado. "Es necesario seguir prestando atención a estos gastos, de manera que se garantice que están en consonancia con la evolución de la actividad crediticia y de los ingresos", recomienda.

La subgobernadora ha apuntado "el avance de las nuevas tecnologías" como "una oportunidad para reducir costes y adecuarse al cambio que se está produciendo en la relación cliente-banco". No obstante, añade que "la apuesta por la digitalización ha de tener en cuenta los riesgos y los costes adicionales que se asumen, además de ir acompañada de procesos que permitan identificar, monitorizar y mitigar dichos riesgos, de tal manera que se asegure que estos se incluyen en los modelos de fijación de precios".

El avance de las nuevas tecnologías es una oportunidad para reducir costes dado el cambio de relación con el cliente

Entre los riesgos para el futuro de la banca ha identificado las fintech, "que están llamadas a presionar y acelerar el proceso de renovación tecnológica de las entidades financieras". Por tanto, sostiene, "parte del esfuerzo estratégico de los bancos debe orientarse a cómo afrontar este reto y esta competencia".

Delgado ha incidido en la necesidad de mejorar la solvencia, tal como hace unos días requirió el FMI. "Si bien la situación actual es que las entidades españolas tienen, en media, elevada densidad de activos (medida por sus activos ponderados por riesgo) y bajos niveles de apalancamiento, es también un hecho que continúan mostrando ratios de capital inferiores a las de sus equiparables europeas", señala.

Con datos de marzo de 2018 de la Autoridad Bancaria Europea, las ratios de solvencia CET1 de las entidades españolas se encuentran por debajo de la media de la UE, que se situaba en esa fecha en el 14,4%. "Las entidades españolas han de seguir avanzando en uno de los elementos fundamentales del nuevo terreno de juego, consistente en que los bancos han de tener más capital y de mejor calidad que antes de la crisis financiera", concluye.

Los activos dudosos se han reducido pero siguen en niveles históricamente altos

Otro punto clave para el futuro de la banca es, tal como señaló la subgobernadora, la limpieza de balances. "Las cifras siguen siendo elevadas en términos históricos y sigue siendo necesaria una gestión dinámica de este tipo de activos por parte de las entidades, que han de marcar objetivos ambiciosos, a la vez que creíbles", ha advertido.

Delgado ha puesto sobre la mesa los últimos datos. Los activos dudosos del sector privado residente se han reducido en un 60% desde su máximo a finales de 2013. En ese momento, representaban cerca de 190.000 millones de euros. En junio de 2018, prácticamente 75.000 millones. En términos de la ratio de dudosos, el máximo alcanzó 13,9% a principios de 2014. A junio de 2018, la cifra está en el 6,4%. En relación con los activos adjudicados, se han reducido cerca de un 40% con respecto a su máximo en 2012, y se situaban, a junio de 2018, alrededor de los 60.000 millones de euros.