El plan de ACS y Atlantia para gestionar la deuda que asumieron en la operación de compra de Abertis el pasado mes de octubre ha saltado por los aires, ante la inestabilidad de los mercados y la dificultad de las compañías para emitir deuda.

Abertis Holdco, la sociedad constituida por Atlantia, ACS y Hochtief para hacerse con la compañía de infraestructuras, ha negociado con la gran banca un nuevo préstamo de 1.000 millones de euros que firma esta semana para refinanciar parte de su deuda, según ha podido saber El Independiente. 

Y es que la mayor parte de esa deuda bancaria que contrabajo Abertis Holdco tiene un vencimiento de 18 meses. Sólo 3.000 millones permanecerán en la compañía como crédito a largo plazo a cinco años. El resto se articuló a través de dos créditos puente: uno de 2.200 millones que se repagará con la venta de activos -en julio se deshizo del 29,9% de Cellnex por 1.489 millones y está pendiente la venta de Hispasat- y otro de 4.750 millones que se pretendía refinanciar con bonos. Sin embargo, parte de este tramo se refinancia con más deuda bancaria.

Los bancos que participan en la operación son JP Morgan, Bank of America, BNP, UFJ y Commerzbank

El préstamo por valor de 1.000 millones que cerrará antes de fin de año se destinará a reducir este tramo para rebajarlo hasta 3.750 millones. De este modo, el holding toma un respiro y alarga el plazo de los 18 meses de vencimiento actual a cinco años.

Los bancos que participan en la operación son los americanos JP Morgan y Bank of America, el alemán Commerzbank, el francés BNP y el japonés Mizuho UFJ.

Adicionalmente, en enero, la compañía planea emitir tanta deuda como el mercado esté dispuesto a absorber y que, según fuentes conocedoras, podría oscilar entre 1.000 y 2.000 millones o, en el escenario más optimista, hasta 3.000 millones.

El equipo gestor de Abertis planeaba sustituir la deuda bancaria a 18 meses por emisiones de bonos a más plazo antes del cierre de año, pero la incertidumbre en los mercados le ha obligado a replantear la gestión de su pasivo

La inestabilidad de los mercados, la ampliación de los diferenciales de Italia en un clima de incertidumbre política, el enquistamiento de las negociaciones del Brexit, la guerra comercial entre China y EEUU y la subida de tipos de interés  en la mayor economía del mundo han mermado el apetito de los grandes inversores, de ahí el cambio de planes de los gestores de Abertis.

A ello se une el derrumbe del puente de Génova en agosto, en una autopista gestionada por Austostrade, filial de Atlantia. El fatídico accidente ocasionó 43 muertes y un impacto económico significativo.

La agencia de calificación Standard & Poor's rebajó el rating de la matriz y la filial de BBB+ (aprobado alto) a BBB (aprobado). Destacó incertidumbres sobre "sobre el futuro entorno operativo y la posibilidad de que se endurezcan los términos de las concesiones para futuras inversiones". También destacó "la posibilidad de procedimientos legales prolongados que pueden dar como resultado que Autostrade per l'Italia y su matriz enfrenten condiciones difíciles para refinanciar en los mercados de capital, lo que podría llevar a costes de refinanciación más altos".

Finalmente, la agencia cree que "las investigaciones sobre el colapso del puente podrían generar un litigio adicional que podría dar lugar a sanciones contractuales y multas legales importantes para Autostrade per l'Italia y, por consiguiente, para Atlantia, que podrían llevar tiempo y son difíciles de cuantificar".