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Habían desaparecido de las aceras de Madrid. Pero van a volver, solo que de manera regulada, a diferencia de lo que ocurrió el pasado verano cuando la marca Lime (participada por Uber y Google) desplegó sin avisar centenares por las calles de la capital. Se trata de los patinetes eléctricos, el vehículo que se puso de moda en 2018 en las grandes urbes internacionales y que gran parte de ellos fue retirado por el Ayuntamiento de Madrid el pasado 4 de diciembre por incumplir varias normas básicas.

"El ayuntamiento ha puesto un límite de 10.000 patinetes, con cupos máximos por distritos. Por ejemplo, en Centro serían 360 unidades", relatan portavoces del área de Movilidad, que dirige la delegada Inés Sabanés.El límite es menos del 10% de las solicitudes totales que el equipo de Manuela Carmena ha recibido en las últimas semanas: 101.951 patinetes eléctricos, una cifra espectacular.

El límite afectará al Distrito Centro, donde solo podrán desplegarse 360 vehículos

Ya no hay 18 empresas interesadas, sino que la cantidad de firmas que quieren desplegar este artilugio por las calles de Madrid para que los usuarios desbloqueen el vehículo a través de una app también ha subido: "Se han recibido 25 solicitudes de empresas diferente para implantar empresas de alquiler de patinetes eléctricos, que se estudiarán siguiendo criterios como distribución por la ciudad para evitar saturación en algunos distritos", dicen en el Consistorio.

10% de las solicitudes

Aunque Madrid aún no ha registrado víctimas mortales por accidentes con patinetes involucrados -a diferencia de Cataluña, donde causan furor en Barcelona y la periferia-, la víspera de Navidades los cacharros eléctricos causaron revuelo. Mucha gente protestó por su presencia incómoda en las aceras y hubo quien se organizó incluso en redes sociales para retiraros. Además, algunas sociedades como Lime contrataron por poco dinero a personas que, dotadas de cargadores eléctricos en sus domicilios, peinaban la capital de madrugada en busca de patinetes para después cargarlos y reubicarlos por la ciudad. Carmena amenazó con revocar las licencias si las app generaban contratos precarios.

Las firmas interesadas han pasado de 18 a 25 en apenas un mes y medio

El argumento municipal para retirarlos paulatinamente fue en su momento la “no determinación de las zonas en las que los clientes de esos servicios pueden comenzar o terminar el viaje”. Transcurrido más de un mes y medio, la Corporación Local ahora estudia "la capacidad de los distritos en función de los kilómetros de calles transitables en patinete y con el objetivo de no saturar zonas, y se ha establecido un número máximo por distrito".

El número máximo por distrito está establecido en esta web. Los barrios más jugosos para las empresas son Centro y aledaños: Chamberí, Arganzuela, Salamanca, Retiro... que son los que más turistas reciben. Con todo, desde el ayuntamiento se pretende que los patinetes sirvan también para el desplazamiento de los residentes de barrios más periféricos. La distribución tiene que ver con los habitantes del distrito: Hortaleza podrá contar con 865 patinetes eléctricos, Carabanchel 705, Moncloa 800 y Fuencarral-El Pardo 925 (el que más de todos).

Las app tienen un plazo máximo de dos meses para volver, previa autorización

Esto no quiere decir que un patinete no pueda viajar de un distrito a otro. Pero sí que por la mañana deberá  estar en la zona asignada.

Cuestión de días

Las empresas han tenido un plazo para subsanar errores que finalizó el viernes de la semana pasada, día 25 de enero. "Cuando tengan autorización, podrán desplegarse", confirman portavoces del ayuntamiento. "Se estudiará la información que manden para subsanaciones y se resolverá".

¿Cuándo volverán los madrileños a verlos? "Las solicitudes se resolverán en una o dos semanas y las empresas tendrán dos meses como máximo para implantarse". Es decir, que en cuestión de días miles de patinetes volverán.