Encender la luz en España costó en la segunda mitad del pasado año un 13,8% más pese a la rebaja de impuestos introducida por el Gobierno de Pedro Sánchez para reducir costes a las eléctricas y tratar de que trasladen este alivio a los consumidores finales. Algo que el Gobierno aseguró vislumbrar en el mes de octubre.

Pero si estos dígitos se levantan como torres de alta tensión frente a una inflación en términos generales moderada desde hace muchos meses, su sombra se agranda aún más si se compara con el resto de los países de la UE: la subida de la luz en España fue cuatro veces superior a la media europea, del 3,5%, según los datos publicados este martes por la oficina estadística de la UE (Eurostat).

¿Qué hay detrás de estas subidas a nivel continental? Según precisa la oficina estadística, en una parte importante el efecto precisamente de los impuestos. Asegura que los gravámenes explicaron aproximadamente un tercio de la subida de la luz y una cuarta parte de la del gas.

Sin embargo, en el caso de España, en cambio, este impacto rondaría la quinta parte de la subida, según sus registros. ¿Es ese el efecto esperado de la rebaja de impuestos de Sánchez?

De ser así, las estadísticas deberían mostrar un nuevo escalón de subida en las mediciones correspondientes al primer semestre de 2019, ya que esta medida finalizó su vigencia el pasado mes de abril.

No obstante, desde finales de ese mes el mercado se empezó a desinflar y el precio de la electricidad incluso se apuntó un descenso importante en el mercado mayorista (en el que eléctricas y brókeres compran y venden la energía). De resultas, el fin de la bajada de impuestos estaría encontrado un contrapeso en la propia dinámica del mercado.

Solo por detrás de Chipre

Solo Chipre supera a España en lo que al 'subidón' eléctrico se refiere. Según los datos de Eurostat, los precios de la electricidad a los que tuvo que hacer frente de media el conjunto de la UE fue de 21,1 euros por cada 100 kilovatios tras la subida observada entre la segunda mitad de 2017 y el mismo periodo de 2018, que, con todo, dejó el coste de la luz prácticamente al mismo nivel que en 2015, cuando se produjo el último gran pico de la década.

No obstante, país por país, se observan oscilaciones entre los 10 euros por kilovatio en Bulgaria y los 30 kilovatios en Dinamarca, Alemania o Bélgica. El precio en España se situó por encima de la media europea, con casi 25 euros. Ahora bien, es en términos relativos donde España despunta con una subida del 13,8%.  Y expresado en un indicador que vincula el precio de la luz y el poder adquisitivo, resulta que España también se sitúa en los puestos de cabeza.

 

La limitada subida del gas

Pero no solo es la subida de la luz. También el gas subió en la segunda mitad de 2018 en la mayoría de los países europeos. En el conjunto de la UE, el incremento fue del 5,7% de media, unos 6,7 euros por kilovatio. En este caso, sin embargo, no se rebasaron los niveles de 2014. Además, la horquilla de subida se situó entre los cuatro euros por kilovatio de Hungría, Rumanía y Croacia y los 9 euros de Holanda, España, Dinamarca e Italia, y los 12 euros de Suecia.

Para España, la subida fue en este caso mucho más limitada, solo del 1,2% --hasta los 8,8 euros--, muy lejos de la observada del 17,3% en Irlanda o del 16,5% en Bulgaria.