Mario Draghi ha disparado su última bala. El presidente del Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado este jueves su receta para volver a librar a Europa de las garras de una crisis que amenaza con derribar la recuperación que tanto le costó labrar.

Para hacer frente a esta nueva amenaza, la institución monetaria ha decidido volver a rebajar los tipos de interés de la tasa de depósito (el nivel al que se remunera el exceso de liquidez de la banca) en diez puntos básicos, hasta el -0,5% , al tiempo que reanuda las compras de deuda que decidió finalizar hace tan solo nueve meses. A partir del próximo mes de noviembre, el BCE inyectará en el sistema 20.000 millones de euros al mes, para reactivar la actividad económica en la Eurozona.

Para dar más fuerza a su compromiso de apoyo a la recuperación de la economía, el banco central garantiza que los tipos de interés se mantendrán a estos mismos niveles -o inferiores- hasta que la inflación en la Eurozona no dé claras señales de convergencia a un nivel próximo a su objetivo del 2% y de que mantendrá las compras de deuda hasta poco antes de que se inicien las subidas de los tipos.

El banco central mejora las condiciones de los préstamos a largo plazo para la banca

La institución complementa estas medidas con otras decisiones destinadas a apoyar a la banca, como correa de transmisión de la política monetaria. Así, el banco central ha anunciado una mejora de las condiciones en las que podrán acceder a las subastas de liquidez a largo plazo ya anunciadas antes del verano. Tendrán tres años de vigencia (frente a los dos anunciados previamente) y podrán suponer a los bancos que incrementen su cartera de crédito en unos niveles determinados el pago de una cantidad semejante a la media del tipo de depósito durante la vigencia del préstamo.

Asimismo, el BCE ha anunciado la puesta en marcha de un sistema escalonado de aplicación de los tipos de la facilidad de depósito, para que no todo el exceso de liquidez de la banca se vea penalizado por el -0,5% de esta tasa, que durante años ha estado penalizando las cuentas del sector.

La institución ha emplazado a comunicados posteriores para conocer más detalles sobre esta batería de medidas, con las que el presidente, Mario Draghi, prepara su salida de la institución (su cargo expira el próximo 31 de octubre), activando casi todas las palancas que el banco central mantenía a su alcance para hacer frente a las crecientes amenazas de crisis en la Eurozona.

Pese a que muchas de estas medidas estaban ya asumidas en el mercado, el anuncio del BCE ha sido recibido con un súbito recorte del euro, que se sitúa por debajo de los 1,10 dólares, y han impulsado la cotización de la banca europea.