El pacto de Gobierno alcanzado este martes por el PSOE y Unidas Podemos deja en los mercados más dudas que certezas. Pese a que el acuerdo supone un primer paso que podría permitir desatascar la preocupante situación de parálisis de la política española, los inversores han reaccionado evidenciando que la entrada de la fuerza de Pablo Iglesias en el Ejecutivo no termina de gustar.

Nada más conocerse que ambos partidos habían resuelto sus diferencias alcanzando un acuerdo exprés tras las elecciones del pasado domingo, las ventas se han abierto paso sobre el parqué español, borrando las alzas iniciales del Ibex y llevando al índice español a cotizar con recortes que llegan a rondar el 0,8% a poco más de una hora del cierre de la jornada, a contrapié del resto de los grandes índices europeos, que cotizan con ganancias.

La prima de riesgo, que mide la percepción de desconfianza de los inversores hacia la bolsa española también registra un repunte, aunque leve, que le conduce al entorno de los 70 puntos básicos, con el interés del bono español a 10 años subiendo a máximos desde el pasado julio.

Compañías como Ence, BME y Codere sufren las incertidumbres que abre el pacto para sus negocios

A falta de detalles sobre las políticas económicas que piensan poner en marcha los flamantes socios de Gobierno, entre las grandes firmas de inversión impera la desconfianza por la posibilidad de que Unidas Podemos pueda influir en cuestiones fundamentales como las políticas de gastos o los impuestos.

También preocupa la pretensión de la formación morada de dar marcha atrás en la reforma laboral, una cuestión que agencias como Moody's ya han advertido que podrían dar lugar a una rebaja del rating español.

La inquietud, más o menos generalizada, se plasma de forma más notoria en algunas de las compañías más expuestas al riesgo de un viraje en la estrategia económica del nuevo Ejecutivo. Es el caso de Bankia, la entidad participada en algo más de un 60% por el Estado, que ha reaccionado a la noticia con un descalabro superior al 4,5%.

Desde la formación que dirige Pablo Iglesias han sido continuos los llamamientos a paralizar la privatización del banco que preside José Ignacio Goirigolzarri y articularla como una auténtica entidad pública, sometida a la dirección del Gobierno.

Dentro del Ibex también recibe con pesimismo la noticia Ence. El fabricante de celulosa se encuentra envuelto en un conflicto con el Ejecutivo por la posible retirada a la concesión de los terrenos donde se ubica su planta en Pontevedra y los inversores parecen temer que la influencia de Unidas Podemos podría hacer más intransigente la postura del Gobierno, lo que se plasma a estas horas en caídas de sus acciones en el entorno del 2,5%.

Los temores también se extienden a compañías cotizadas fuera del Ibex. Es el caso de BME, que se deja un 4,5% de su valor o de Codere, que se desploma por encima del 8%. El gestor de la bolsa española reacciona con estas caídas ante la convicción de los inversores de que Podemos batallará porque el Ejecutivo de Pedro Sánchez ponga en marcha el impuesto sobre las transacciones financieras ya planteado desde el año pasado.

Por su parte, Codere es puesta en el ojo del huracán por la pretensión de Unidas Podemos de poner límites al negocio de las casas de apuestas en España.

Reacción de la CEOE

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha difundido un comunicado tras conocer el pacto entre el PSOE y Unidas Podemos y ha expresado la necesidad de que el próximo Gobierno sea estable y moderado; y avance en las reformas pendientes que la patronal considera necesarias para incrementar la competitividad de las empresas.

La patronal reclama la necesidad de un Gobierno estable y moderado que avance en las reformas pendientes

Entre ellas, se encuentran la apuesta por la formación, la innovación y digitalización, las pensiones, la internacionalización, el impulso de la sostenibilidad, una tributación más competitiva, la unidad de mercado y la industrialización. Hay que recordar que la CEOE fue muy crítica con el proyecto de Presupuestos Generales del Estado pactado hace un año por las dos formaciones de izquierda, que no pudo ser ratificado en el Parlamento.

En concreto, denunció el incremento de los impuestos para las empresas y el posible aumento del déficit que traería aparejado el incremento del gasto público.La patronal también se posicionó en contra de la subida del salario mínimo interprofesional a 900 euros, dado que, meses antes, había alcanzado un acuerdo con los sindicatos para incrementarlo a 1.000 euros a lo largo de 2020.

La CEOE ha anunciado que el próximo 20 de noviembre reunirá a su Comité Ejecutivo y a su Junta Directiva para evaluar los efectos sobre la economía española de los “acontecimientos políticos”.