Repsol lanza un plan para reconvertirse en una compañía verde y adaptarse a los objetivos contra el cambio climático. El consejo de administración de la petrolera, coincidiendo con la apertura de la Cumbre del Clima de Madrid, ha aprobado emprender una auténtica reconversión ecológica de la compañía, con el objetivo de ser una empresa con cero emisiones netas en 2050 y volcándose en su expansión en las energías renovables.

Una nueva estrategia que va a tener un fortísimo impacto en las cuentas de la compañía de este año. Repsol provisionará 4.800 millones de euros por el deterioro en el valor de sus activos de petróleo y gas natural, lo que provocará que registre unas pérdidas históricas en el ejercicio 2019.

A pesar de los números rojos por el deterioro contable, la petrolera subraya que el ajuste no afectará ni a la generación de caja (que creció un 22% hasta septiembre, los últimos resultados hechos públicos) ni a la retribución a sus accionistas, tanto a través de dividendos como mediante la recompra y amortización de acciones.

Repsol pretende que esta reconversión integral de la compañía a largo plazo sea ya la base del próximo plan estratégico del grupo de 2021-2025, que presentará en la primera mitad del próximo año. Repsol se plantea nuevas metas de reducción de su indicador de intensidad de carbono sobre la base del año 2016: con un recorte del 10% en 2025, del 20% en 2030 y del 40% en 2040 y avanzar hasta las cero emisiones netas de CO2 en 2050.

La compañía comandada por Josu Jon Imaz augura que con los avances tecnológicos previsibles podrá alcanzar al menos el 70% de reducción de emisiones netas dentro de tres décadas, y al tiempo  se compromete a aplicar tecnologías para elevar esta cifra, incluyendo la captura, utilización y almacenamiento de CO2. Y si no fuera suficiente para cumplir su meta de cero emisiones, la compañía las compensará mediante reforestación y otras soluciones climáticas naturales.

“Estamos convencidos de que debemos fijarnos objetivos más ambiciosos en la lucha contra el cambio climático. Creemos que el momento para Repsol es ahora”, explica el consejero delegado de la petrolera, Josu Jon Imaz, en un comunicado. “Lo hacemos con la plena confianza de estar apostando por el futuro. Sólo abordando con claridad estratégica los grandes retos que tenemos ante nosotros podremos convertirlos e oportunidades”.

Dispara su objetivo de renovables

En línea con la senda que emprende la compañía para alinearse con la lucha contra el cambio climático, el grupo redoblará su apuesta por crecer en el negocio de las renovables. Hasta ahora, Repsol se había marcado como objetivo contar con plantas de energías de bajas emisiones con 4.500 megavatios (MW) de potencia en 2025.

El consejo de administración ha dado luz verde a elevar esa meta hasta los 7.500 MW de instalaciones de generación eléctrica de bajas emisiones (entre las que la compañía incluye no sólo las renovables, también las plantas de ciclo combinado de gas), un 66% más.

Repsol cuenta actualmente con 2.952 MW en operación y otros 1.083 MW en desarrollo, y tiene en cartera proyectos futuros por otros 1.600 MW más. En total 5.600 MW en España y un pequeño proyecto en Portugal, y ahora se lanza a seguir creciendo en los próximos años buscando oportunidades de expansión por todo el mundo para “convertirse en un actor internacional relevante en energías renovables”.