La investigación de la Guardia Civil sobre el dron que obligó a cerrar el pasado 3 de febrero el tráfico aéreo durante unas dos horas en el aeropuerto madrileño de Barajas concluirá previsiblemente esta semana al no poder confirmar que existió el aparato.

El informe, que están ultimado los investigadores y probablemente se cerrará esta semana, determina que no se puede confirmar la presencia de un dron, como ha venido informando este periódico desde días después de que tuviera lugar la incidencia.

Fueron los pilotos de dos aviones de Iberia y uno de los halconeros de Barajas los que alertaron de la existencia de un supuesto dron sobrevolando en el entorno de la localidad de Paracuellos de Jarama, muy próxima a la zona norte de la pista 36R de Barajas. Los avisos obligaron a activar el protocolo denominado 'Rate 0', que supuso el cierre del espacio aéreo en la infraestructura y obligó a desviar una veintena de vuelos.

Casi un mes de pesquisas después, los investigadores tienen ultimado su informe, en el que indican que no se puede confirmar la existencia de este aparato. Los sistemas antidron tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil tampoco detectaron la presencia de esta aeronave no tripulada ni de su operador en tierra, fundamentalmente porque las antenas instaladas en la región hasta la fecha no tienen la cobertura para llegar a esa zona.

Hace unos días la Guardia Civil presentó el despliegue en todo el territorio de su "policía del aire". 171 agentes especializados controlan ya en 54 comandancias el espacio aéreo de sus áreas de influencia para evitar el vuelo ilegal de drones o de cualquier aeronave que no cuente con la autorización pertinentes.