El Gobierno toma medidas de urgencia para proteger a los colectivos vulnerables ante el impacto económico de la epidemia de coronavirus. Además de aprobar una moratoria de un mes el pago de hipotecas a los que pierdan el empleo o vean reducido sus ingresos, el Ejecutivo ha prohibido el corte de suministros básicos (electricidad, gas y agua, y de por primera vez también telecomunicaciones) a los hogares vulnerables durante un mes, aunque la medida se puede prorrogar.

La prohibición de cortar la electricidad a los hogares en riesgo de exclusión social ya está recogida en la legislación vigente y en colectivos vulnerables y vulnerables severos no pueden producirse hasta pasados cuatro meses desde el primer impago. Ahora la prohibición de cortar la luz se extiende a todos los colectivos sin excepción, y se amplía también para los suministros de gas y de agua, hasta ahora no protegidos. El Gobierno ha incluido también por primera vez la garantía de acceso a las telecomunicaciones durante el próximo mes para los hogares vulnerables.

El real decreto también prorroga la vigencia del bono social eléctrico a los beneficiarios que debían renovar su solicitud, quienes podrán realizar el trámite hasta el próximo 15 de septiembre. La norma igualmente suspende la revisión de los precios máximos de venta al público de los gases licuados del petróleo envasados, como las bombonas de butano, y de la Tarifa de Último Recurso (TUR) de gas natural, para evitar que suban. Se mantendrán los precios actuales durante los próximos seis meses.

El objetivo del Gobierno es garantizar el suministro de luz, gas y agua a todos los hogares incluidos los que están en situación de vulnerabilidad y los que puedan sufrir problemas económicos sobrevenidos por el parón económico por la pandemia y por el estado de alarma decretado por el Ejecutivo.

Cuando decretó el estado de alarma, el Gobierno ya se reservó poderes especiales para garantizar los suministros esenciales, con la posibilidad de adoptar medidas de control reforzado de los mercados eléctrico y de gas, y también en la comercialización de combustibles. Poderes excepcionales que contemplan un control directo del precio de la luz y gas o el racionamiento de la venta de gasolina.

Las medidas de las eléctricas

En paralelo, las compañías eléctricas ya habían empezado tomar medidas para respaldar a sus clientes en plena epidemia de coronavirus. Endesa ha suspendido todos los cortes de suministro de luz por razones de impago de las facturas de manera indefinida mientras dure la situación excepcional ligada a la pandemia.

El Gobierno ya prohibió a las compañías el año pasado el corte del suministro eléctrico a los hogares en situación de vulnerabilidad. Lo que ha hecho Endesa es poner en suspenso todos los cortes de luz por impago sin distinciones, según fuentes de la eléctrica, que confirman que la compañía prepara más medidas aún en estudio para ayudar a sus abonados.

Las otras grandes eléctricas también han adoptado iniciativas con motivo de la crisis del coronavirus. Iberdrola ha puesto en marcha un plan para permitir que sus clientes –ya sean domésticos, autónomos o pymes- pueden fraccionar el pago de las facturas de luz, gas y otros servicios energéticos hasta en doce meses. Un pago a plazo sin coste adicional y que aplicará a todos los clientes con dificultades de pago que lo soliciten, según el grupo energético.  

Naturgy, la antigua Gas Natural Fenosa, fue la primera en mover ficha y ya anunció hace unos días que aplazará el cobro hasta la segunda mitad del año de las facturas de luz y de gas de sus clientes que son autónomos y pymes para que puedan hacer mejor frente a los problemas económicos que puedan sufrir por la crisis del coronavirus.