Nadia Calviño, ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, ha afirmado que está "100% de acuerdo" con las recomendaciones del Banco Central Europeo (BCE) para que los bancos no repartan dividendo hasta, al menos, enero de 2021, así como con todas las que emitan los supervisores para que el sector bancario "siga siendo un factor de estabilidad".

"Es interesante que en esta crisis el sistema financiero no ha sido uno de los elementos de riesgo. Al contrario, las entidades financieras, tanto bancos como compañías de seguros, están contribuyendo a encontrar soluciones", ha apuntado durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El BCE ha renovado este martes su recomendación a la banca europea de no pagar dividendos por la crisis del Covid-19 y la ha extendido hasta enero de 2021. Hasta el momento, las entidades tenían el mandato de no distribuir sus beneficios a los accionistas al menos hasta octubre, una recomendación que han cumplido todos.

Sin embargo, se trata de una recomendación que no sienta muy bien en el sector. Hace algunas semanas, el presidente de la Asociación Bancaria Europea (AEB), José María Roldán, pedía que no hubiera "café para todos" y que cada banco pudiera decidir sobre el dividendo, dado que se trata de un elemento de atracción para los inversores en Bolsa en un contexto en el que los bancos españoles están muy penalizados. María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, lamentaba también hace unos días esta recomendación.

Pese a estos lamentos, el BCE ha decidido extender la recomendación de no pagar dividendos a todas las entidades bajo su supervisión, en lugar de hacerlo uno a uno. Según explicaba este martes Andrea Enria, jefe de Supervisión del BCE, no es posible emitir la recomendación por bancos dado que algunos tienen una posición de capital fuerte, pero mucha exposición a los sectores más afectados por la pandemia, mientras que otros tienen menor riesgo en este sentido pero más capital.

8.000 millones más en avales

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes empezar a liberar la nueva línea de avales para créditos a empresas afectadas por la pandemia, que asciende a 40.000 millones de euros. Concretamente, han liberado 8.000 millones de euros, de los que 5.000 millones estarán destinados exclusivamente a pymes y autónomos y los 3.000 millones restantes irán para grandes empresas.

Para esta nueva línea se mantienen las condiciones de la anterior, es decir, el Estado avalará el 80% de los créditos concedidos a pymes y autónomos y el 70% de aquellos concedidos a grandes empresas, mientras que el resto del riesgo lo afrontarán las entidades. Eso sí, el Ministerio ha ampliado el periodo de amortización de los créditos avalados de cinco a ocho años, dado que esta nueva línea tiene la función de financiar la inversión en proyectos de futuro, además de las necesidades de circulante de las empresas.

De nuevo, la asignación de esta línea de 40.000 millones de euros se hará por tramos con el objetivo de ir viendo si hay nuevas necesidades y se repartirá en función de la cuota de mercado en el segmento de empresas de los diferentes bancos.

Como condición, las empresas que reciban estos préstamos con aval no podrán tener su sede en paraísos fiscales y la financiación recibida no podrá usarse para el pago de dividendos, como ocurría con la línea anterior.

Por otra parte, Calviño ha reconocido que es "evidente" que los rebrotes del virus que se están sucediendo en varios puntos de España tienen una incidencia en la economía, pues lastran el consumo y la movilidad, razón por la cual ha insistido en derribar la "falsa dicotomía" de separar salud y economía, pues ambas "deben ir de la mano".