La fusión entre dos grandes bancos como CaixaBank y Bankia dará lugar a un gigante que dominará el mercado en gran parte de España. Con las cifras actuales, la nueva entidad tendría más de un tercio de la cuota de mercado en préstamos de todo el país y en algunas comunidades autónomas incluso se acercaría a la mitad, algo que obligaría a la autoridad de Competencia a estar muy vigilante.

En todo el territorio español, la posición de dominio de estas dos entidades en conjunto en el mercado de créditos se sitúa en un 35%, según detallan los analistas de UBS en un informe al que ha tenido acceso este periódico. La mayor cuota corresponde a la Comunidad de Madrid, donde la combinación de ambos bancos alcanza un 50% de los préstamos concedidos por el sistema bancario.

Cerca se quedan Islas Baleares y Canarias, donde estas dos entidades suman una cuota en préstamos del 44% y el 40%, respectivamente, es decir, muy cerca de la mitad del mercado. También superan el umbral del 30% en Cataluña (33%) y la Comunidad Valenciana (31%), región donde ambos bancos tienen situada su sede social y cuentan con una gran presencia a través de su red de oficinas gracias a las integraciones de Banco de Valencia (CaixaBank) y Bancaja (Bankia) en el pasado.

Equilibrarán esta proporción regiones como Andalucía (25%), Castilla-La Mancha (25%) o Castilla y León (23%), donde la cuota de mercado conjunto no llegaría al 30%.

Desde UBS esperan que, en todo caso, la entidad resultado de la combinación final entre CaixaBank e Bankia rebaje en alguna medida esta gran exposición tras el posible "deterioro en las cuotas de mercado durante la fusión" que aventuran sus analistas. No solamente es posible que la autoridad de Competencia ponga alguna traba, sino que la integración podría hacer a algunos clientes replantearse su permanencia.

Un paso atrás en competencia

Las asociaciones de consumidores han lamentado desde que se conocieron las negociaciones entre CaixaBank y Bankia que la creación de una nueva entidad a través de su integración solamente dará lugar a una menor competencia en el sector bancario, lo que perjudicaría inevitablemente al usuario.

"La anunciada absorción de Bankia por parte de CaixaBank supone un importante movimiento de concentración bancaria que es preocupante y limita la competencia", analizaba la asociación de usuarios financieros Asufin, en cuya opinión esta integración "genera entidades demasiado grandes para caer (too big to fail), lo que siempre representa un riesgo para el consumidor".

Lo cierto es que los procesos de fusión, al eliminar jugadores, pueden tener un impacto sobre la competencia del sector, si bien el escenario de bajos tipos de interés (que, si ya iba a mantenerse en el tiempo antes de la crisis del Covid, ahora se prolongará aún más) obligará a las entidades a intentar conservar a sus clientes y a mantener un cierto nivel de competencia.

A pesar de la fuerte reestructuración bancaria que protagonizaron las entidades españolas tras la crisis financiera, los banqueros siempre repiten el mantra de que su sector es uno de los más competitivos. Sin embargo, a falta de cerrar los últimos flecos para lograr un acuerdo sobre esta fusión, el mapa bancario va reduciéndose cada vez más tras la desaparición de las cajas de ahorro. Habrá que esperar para ver si esta nueva integración supone una merma en la competencia bancaria.