Los efectos del coronavirus se extienden a todos los ámbitos. La alerta sanitaria ha provocado una gran crisis económica que azota de manera indiferente a todos los sectores. El turismo y la hostelería son los más perjudicados. Estas dos áreas que concentran una parte importante del empleo en España, más aún en época estival, han tratado de reactivarse tras la parálisis consecuencia del cierre de fronteras.

Esta recuperación resulta insuficiente para aplacar los efectos de la falta de turistas en nuestra geografía. España perdió 15 millones de visitantes internacionales entre julio y agosto respecto al año pasado, es decir, una disminución del 75%.

El turismo es uno de los motores económicos del país y su caída afecta de manera indirecta a otros muchos sectores. Los comerciantes de tabaco han experimentado en primera persona esta situación al sufrir un descenso del 15 % en sus ventas en agosto, según el Comisionado para el Mercado de Tabacos.

La prohibición de fumar en terrazas y espacios públicos al aire libre no está avalada por evidencias científicas sólidas"

El corte del flujo de turistas, agravado por el cambio de hábitos sociales y el cierre del ocio nocturno son los responsables de este desplome, según han transmitido fuentes de La Mesa del Tabaco a El Independiente. La asociación indica que respeta las decisiones del Gobierno ya que entiende que son "medidas restrictivas excepcionales y temporales". Asimismo, entiende que la prohibición fumar en terrazas y espacios públicos al aire libre "no está avalada por evidencias científicas sólidas y no se ha llevado a cabo en ningún otro país de nuestro entorno".

La bajada de ventas ligadas al consumo turístico ha sido especialmente reseñable en Baleares, Barcelona y Alicante. La comunidad balear ha perdido un 58,68 % de ventas en agosto en relación al mismo mes del año anterior. Por su parte, Barcelona y Alicante han reducido su volumen de mercado un 41,64 % y un 32,2 % en comparación con agosto de 2019. Las ventas a turistas han sufrido una disminución del 40% y representan únicamente un 4,5 % del total de unidades vendidas.

Puntos de venta

Los estanqueros son los mejores conocedores de esta situación. Guillermo Mas Siquier es presidente de la Asociación de Expendedores de Tabaco y Timbre de Baleares y además es propietario de expendedurías de tabacos. La región ha sido la que mayor descenso ha sufrido en sus ventas, a lo que Mas responde preocupado con un "intentaré no llorar".

Explica que pese al bajón por el confinamiento pensaron que "en junio íbamos a remontar" pero con la cuarentena impuesta posteriormente "la minoría prácticamente insignificante que venía dejó de hacerlo". Mas considera que "con el cierre del consumo todos perdemos" y que les espera "un panorama muy triste". Además, muestra su incertidumbre ante la próxima temporada, "no sabemos si la salvaremos". Por otro lado, indica que el Gobierno debe limitar la venta de tabaco en el duty free. Sin ella, los ciudadanos procedentes del Reino Unido no comprarán fuera del aeropuerto, por lo que "venderemos lo justo para sobrevivir"

Los distribuidores de la provincia de Alicante también han notado la falta de turistas este verano. José, propietario de la Expendeduría Muchavista en El Campello ha explicado cómo es la situación en la playa de San Juan y alrededores.

Comenta que su negocio no se ha visto especialmente perjudicado porque sus clientes "son turistas nacionales, la mayoría de Madrid". En cambio, expresa que para sus compañeros de Alicante centro "ha sido un desierto". "Si bien aquí no lo hemos notado tanto, en otras partes de la costa están sufriendo mucho" señala José. Hace referencia a los estancos de Benidorm, cuyo turismo, procedente en buena parte de Reino Unido y Rusia, no ha acudido este verano a la costa blanca.

Cigarrillos de una cajetilla de tabaco.

La responsable del Estanco Vara situado junto a la la playa de la Barceloneta en la ciudad condal, califica agosto como "malísimo". Indica que el mes de julio "no lo fue tanto" pero sí que ha habido "una gran diferencia respecto al año pasado". Explica que esta problemática ha sido igual tanto para su zona "como para La Rambla", por otro lado, señala que el consumidor nacional "fuma igual o más que antes".

Varios son los agentes dedicados al gremio que coinciden en que el negocio no eludirá esta crisis. Además, señalan que es un sector hiperregulado y con poco margen de adaptación a los cambios.