La misma semana que WhatsApp anunciaba una nueva funcionalidad para realizar compras desde la aplicación, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés) instaba a Facebook a deshacerse de la plataforma de mensajería y también de Instagram. La FTC demandaba a Facebook porque considera que ejerce una posición dominante que perjudica a la competencia y también a los consumidores.

No es la primera vez que la FTC acusa a un gigante tecnológico de monopolio. De hecho, hace poco más de un mes, la Comisión anunció una investigación contra Google en la que le acusaba también de monopolio. Tampoco es la primera vez que Facebook ocupa titulares por sus prácticas. En julio del año pasado tuvo que pagar una multa histórica de 5.000 millones de dólares por el caso de Cambridge Analytica.

En esta ocasión, la FTC marca tres puntos clave en la historia del imperio creado por Mark Zuckerberg en las que sustenta su acusación. En primer lugar, la compra de Instagram en 2012 por 1.000 millones de dólares. En segundo, la adquisición de Whatsapp en 2014 por 19.000 millones. Por último, las limitaciones que la compañía impone a los desarrolladores para conectar otras plataformas con las redes sociales propiedad de Facebook.

Los dos primeros se fundamentan en un principio literalmente escrito por el fundador de Facebook en un correo interno que reproduce la FTC: “Es mejor comprar que competir”. En otras citas de Zuckerberg recogidas en la demanda se puede observar que el fundador de la red social siguió la evolución de Instagram y WhatsApp antes de comprarlos. “Una cosa sobre las start-ups es que normalmente puedes comprarlas”, bromeó en un correo a un compañero.

Modelo de negocio

La preocupación de Zuckerberg era que estas dos aplicaciones atrajeran a más usuarios que Facebook. Y el motivo es su modelo de negocio. Vender espacios de publicidad con una segmentación de público nunca antes aplicada. Se trata de la “publicidad social”, tal como la definió la jefa de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg.

Es mejor comprar que competir”

Mark zuckerberg, fundador de facebook

La FTC cree que la facilidad de la red social para segmentar el público se resume en tres aspectos: “Su escala, el alto nivel de interacción de sus usuarios y su habilidad para seguir la pista de los usuarios”. Según la Comisión, los anunciantes pagaron casi 70.000 millones de dólares en 2019 por mostrar sus anuncios a usuarios determinados en Facebook e Instagram. Los beneficios de la red social alcanzaron los 18.000 millones de dólares pese al pago de la mayor multa de su historia.

Las adquisiciones han permitido que Facebook tenga bajo su paraguas a más usuarios y también, por lo tanto, más espacios de publicidad. Un claro ejemplo es Instagram: a través de nuevas funcionalidades, como los stories, la compañía de Zuckerberg ha generado nuevos espacios en los que incluir publicidad.

El modelo Warren

La acusación de monopolio a las grandes tecnológicas también se ha producido desde el ámbito político. De hecho, la senadora demócrata Elizabeth Warren redactó una propuesta en la que apostaba por designar a las tecnológicas como “plataformas de servicios”. Bajo este modelo, Warren apoyaba la creación de legislación que obligase a las plataformas a estar separadas de cualquier otro participante.

Es decir, que una plataforma no pudiese agrupar un marketplace online o una plataforma para conectar a terceros, como ocurre hoy en día con Instagram, por ejemplo. Elizabeth Warren planteaba que el marketplace de Amazon y los productos de Amazon deberían separarse de aplicarse esta legislación. Lo mismo con las búsquedas de Google y su gestión de los anuncios, algo que repercutiría negativamente en la actividad de las tecnológicas, teniendo en cuenta su actividad actual.

Contra el consumidor

La demanda de la FTC se enmarca en la protección al consumidor. La Comisión considera que “las acciones de Facebook para afianzar y mantener su monopolio niegan a los consumidores los beneficios de la competencia”. Por ello, el abogado, responsable del área de tecnología y telecomunicaciones del bufete Mas y Calvet, Efrén Díaz, explica que “la empresa que dirige Mark Zuckerberg se enfrenta ahora a una posible resolución que le obligue a realizar una venta de los activos adquiridos en estos últimos años, incluidos Instagram y WhatsApp”.

Díaz añade que “se plantea prohibir que Facebook imponga condiciones anticompetitivas a los desarrolladores de software y exigirle que solicite notificación y aprobación previas para futuras fusiones y adquisiciones”.

Futuro del imperio

Zuckerberg se ha acostumbrado a tener la lupa encima. Ha tenido que acudir en varias ocasiones al Congreso estadounidense y ha tenido que dar explicaciones sobre las políticas de privacidad de la compañía. Sin embargo, según el abogado, no sería extraño que tras esta demanda llegasen más y se investigase a otras compañías tecnológicas: “La reciente acción iniciada por la FCT contra Facebook podría ser el detonante de nuevas denuncias e investigaciones al resto de tecnológicas, las comúnmente conocidas como las GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple)”, describe.

No parece que las grandes tecnológicas tengan sus días contados"

efrén díaz, responsable del área de tecnología y telecomunicaciones del bufete mas y calvet

Con todo, Díaz cree que las grandes tecnológicas como Facebook todavía tienen camino por recorrer: “No parece que las grandes tecnológicas tengan sus días contados, pero es patente que las autoridades anti-monopolio son cada vez más conscientes de la peligrosa concentración que se está produciendo en muchos mercados, especialmente en el tecnológico”.

El problema, considera el abogado, no está en la limitación de la competencia, sino en “el abuso de esa posición de dominio en perjuicio de los consumidores individuales”.