Las reestructuraciones que están llevando a cabo los diferentes bancos españoles tienen como consecuencia no solo la pérdida de miles de empleos, sino también el cierre de cientos de oficinas. Se trata de locales con buenas ubicaciones, distribuidos en ciudades de todos los tamaños que otros sectores ya están interesados en adquirir o alquilar.

Entre BBVA y CaixaBank se cerrarán más de 2.000 oficinas en los próximos meses. Además, de la fusión entre Unicaja y Liberbank también se esperan cierres en la red comercial.

Aunque algunos expertos consideran que se va a producir un "exceso de oferta de locales comerciales" por los cierres de "la hostelería, el comercio a los que ahora se suman los bancos", opinan que el sector de la alimentación, junto a farmacias, administraciones de loterías o casas de apuestas pueden ser los próximos inquilinos.

Con todo, dependerá de muchos factores que lo que antes era una oficina de un banco ahora sea una frutería, una cafetería o una farmacia. El tamaño del local, la ubicación de éste, así como si se encuentra en una ciudad grande o mediana, influirán en su futuro.

Panaderías y cafeterías

Ángela Sánchez, directora de retail de la consultora inmobiliaria Laborde Marcet, explica en una conversación con este periódico que en la zona centro "las cafeterías y panaderías son el perfil de cliente que busca este tipo de locales".

Si antes de la pandemia ya se produjo un auge de aperturas de cadenas como Granier, Levadura Madre o Vivari, la experta cree que es un sector que tiene todavía capacidad de expansión. "Estos negocios han seguido facturando durante la pandemia y la opción de take away ha permitido que las cafeterías no hayan sufrido tanto como otros segmentos de la restauración", describe.

En ciudades de menor tamaño, Sánchez considera que se abrirán "fruterías, tiendas de alimentación bio o clínicas veterinarias, locales de consumo menos impulsivo", por lo que descarta que se abran tiendas de moda, por ejemplo.

Alimentación, apuestas o farmacias y loterías

El experto en retail Jacinto Llorca también apuesta por la alimentación como uno de los sectores clave en la reocupación de las oficinas bancarias. En este sentido, cree que los formatos de proximidad pueden ser una opción en aquellas oficinas de mayor tamaño.

En la misma línea se pronuncia Ana Jiménez Zarco, profesora de innovación y marketing, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Jiménez cree que están abriendo tiendas de barrio "más especializadas y gourmet" que podrían adaptarse a una oficina de un banco. "Siempre que estén en zonas transitadas y con visibilidad", añade.

"No son locales para hacer experimentos", opina Llorca. Por ello, cree que las oficinas que cierren las entidades podrían convertirse en establecimientos que funcionan con licencias públicas, como farmacias o administraciones de loterías.

Además, el experto hace hincapié en que las oficinas suelen tener una distribución concreta por lo que para convertirse en otro tipo de comercio deben reformarse, algo que precisa de una inversión. En este sentido, considera que es más probable que los compradores sean grandes empresas, compañías que funcionen con modelos de franquicias, porque tienen mayor capacidad financiera que una pyme, por ejemplo, o que sean "garantía de éxito", apelando de nuevo a las boticas.

En la misma línea, la profesora de la UOC señala que estas reformas pueden ser un lastre para que se reactiven de nuevo los locales, así como el número de metros cuadrados. "Algunas inmobiliarias están partiendo los locales comerciales en dos o tres", apunta.

En definitiva, el futuro de las oficinas que bajen la persiana dependerá de las características del local. No obstante, la alimentación parece ser el sector que de forma más probable, según los expertos, acabe ocupando las antiguas sedes bancarias.