Unicaja ha planteado a los representantes de los trabajadores la salida de 1.513 empleados en el marco del expediente de regulación de empleo (ERE) que comunicó a principios de mes. En la reunión que mantienen la dirección de la entidad y los sindicatos, el banco ha puesto sobre la mesa el cierre de 395 oficinas.

La mayoría de las salidas se producirán en la red de oficinas (1.005) y el resto, en servicios centrales (508). El número de oficinas que el banco ha planteado cerrar representan el 37% de la red.

Tras la absorción de Liberbank, el banco justifica el ajuste por las condiciones de tipos de interés a las que se enfrenta la banca, así como por el aumento de costes, según indican fuentes sindicales.

La entidad también ha planteado la armonización de las condiciones de trabajo de los empleados de Unicaja y Liberbank, aunque sin incurrir en más costes. Por otra parte, se ha abierto la puerta a la movilidad geográfica.

Los representantes de los trabajadores inciden en que el expediente sea voluntario y desde UGT exigen que los empleados de Liberbank en excedencia se incluyan en las cifras aportadas por el banco en la reunión de este martes.

Según fuentes de Unicaja Banco, la entidad ha considerado necesario poner en marcha una medida de despido colectivo, como mecanismo legal previsto para llevar a cabo el redimensionamiento interno, "tras un riguroso análisis técnico de la situación económica, productiva y organizativa de la entidad".

El proceso de negociación se centrará en el redimensionamiento de la plantilla, movilidad geográfica y modificación de condiciones de trabajo, como respuesta a la consecución de los objetivos estratégicos de la entidad previstos en el proyecto de fusión.