La Comisión Europea se abre ya a incluir la energía nuclear en su plan 'verde' para incentivar la inversión en transición ecológica en la UE. Bruselas lleva meses trabajando en el listado de las inversiones que amparará dentro de los bonos verdes, y todo apunta a que la energía nuclear estará entre ellas. Será una gran victoria de Francia en el seno de la Unión.

Como avanzaba este viernes El Español, la nuclear e incluso el gas natural entrarán finalmente en esta clasificación, lo que deja fuera de estas inversiones únicamente al carbón. Bruselas llevaba ya meses dando pasos en esta dirección, y la presidenta de la Comisión Ursula von der Leyen fue clara tras la última cumbre europea: "Es obvio que necesitamos más renovables y energías limpias. Junto a esto, necesitamos una fuente estable: la nuclear. Y durante la transición, por supuesto, el gas natural".

Francia encabeza los diez países de la Unión Europea que en los últimos años han empujado en Bruselas por este reconocimiento. El país galo produce cerca del 70% de su energía a través de la nuclear y produce la energía más limpia de la Unión, junto a Suecia, que además de la nuclear también aprovecha al máximo sus recursos hídricos.

Otros países del centro y del este de Europa como Rumanía, Hungría, Eslovenia, Eslovaquia o la República Checa también abogan por potenciar el peso de la nuclear y se han unido a Francia en esta batalla, que si no hay sorpresas ganarán. A ellos se han unido igualmente Bulgaria, Croacia, Polonia o Finlandia.

El bando 'perdedor' lo lidera Alemania, que se había comprometido al cierre de sus nucleares en 2022, pese a que a día de hoy sigue produciendo más de un 30% de su energía con carbón. España, donde la nuclear aún representa cerca del 20% de la producción eléctrica, también forma parte de este grupo contrario a incentivar la nuclear como inversión verde de futuro.

La decisión de Bruselas previsiblemente agitará a las bancadas verdes y de la izquierda en la Unión Europea, y anticipa un dilema en el futuro gobierno alemán, del que formarán parte los Verdes tras la salida de Ángela Merkel y la coalición entre socialdemócratas, liberales y ecologistas.

En España el debate cobra especial interés en vísperas del reciente cierre del gasoducto que iba de Argelia a Marruecos y abastecía a España hasta ahora. Por esta vía llegaban 6.000 millones de metros cúbicos de gas, alrededor de una quinta parte del consumo de España. La ministra española de Energía, Teresa Ribera, viajó en las últimas semanas a Argel y dijo que se había «explicitado la garantía total con respecto a los volúmenes pactados».