El acuerdo al que llegaron este lunes el Gobierno y los sindicatos CCOO y UGT llevará a que durante 10 años empresarios y trabajadores tengan que pagar más cotizaciones cada mes a la Seguridad Social, para afrontar la jubilación de la generación más numerosa de la historia. En concreto, 0,6 puntos más de 2023 a 2032.

Gracias a esta decisión el Estado espera recaudar hasta 50.000 millones de euros en 2032, con lo que se sufragarán las pensiones de la generación del baby boom, los nacidos entre finales de 1950 y finales de 1970. Así, no será necesario ningún otro ajuste, como se temía que se decidiera a raíz de que el ministro Escrivá lo sugiriese en julio, generando la polémica.

Pero, ¿cuánto más va a tener que pagar cada trabajador? El ministro apuntó el lunes que este incremento se limitaría, de media, a unos dos euros por trabajador y diez euros por empresa. Pero esto es solo una aproximación para una base de cotización de 2.000 euros, que no es lo que ganan todos los ciudadanos del país. La base de cotización es el salario mensual de un trabajador en bruto y en 12 pagas, incluidas las horas extra, las pagas extra y las vacaciones retribuidas y no disfrutadas. Y es sobre esta cifra sobre la que se calcula el porcentaje que debe aportar a la Seguridad Social.

Para calcular cómo repercutirá exactamente esta subida de las cotizaciones a cada salario, es necesario tener en cuenta las bases y los tipos de cotización de cada trabajador. Normalmente, las empresas pagan un 23,6% de tipo de cotización y los trabajadores un 4,7%, es decir, un 28,3% entre ambos, si están sujetos al régimen general de la Seguridad Social. Hay otro sistema para los trabajadores por cuenta propia agrarios, otro para trabajadores por cuenta ajena agrarios, otro para empleados del hogar y otro para autónomos. Todos pueden consultarse aquí, en la web de la Seguridad Social.

A estos tipos de cotización hay que sumarles la subida recién aprobada, que entrará en vigor en 2023, y que hay que repartir. El incremento acordado es de 0,6 puntos, y se distribuye de la misma manera en la que ahora se distribuyen las cotizaciones sociales. Así, las empresas pagarán 0,5 puntos porcentuales más y el trabajador 0,1 más. Es decir, que el tipo que pagan las empresas será del 24,1% en lugar de del 23,6%, y el que pagan los trabajadores será del 4,8% en lugar del 4,7%.

Cómo calcular cuánto va a repercutir en el sueldo

Para poder calcular cuánto va a repercutir en el sueldo la nueva medida hay que tener en cuenta la base de cotización de cada trabajador. Dos ejemplos: en el caso de un trabajador con una base mínima de 1.000 euros (es un caso ficticio puesto que la mínima, por ley, es de 1.050 euros), la empresa pagaba hasta ahora 236 euros al mes en cotizaciones sociales y ahora tendrá que pagar 241 euros al mes, es decir, 5 euros más. El trabajador, por su parte, pagaba 47 euros al mes y ahora pasaría a pagar 48 euros, un euro más.

Este resultado no es exactamente lo que se restará a la nómina del trabajador, puesto que el salario neto es el resultado del bruto, menos las cotizaciones a la Seguridad Social, menos las retenciones del IRPF. Asimismo, las retenciones sobre IRPF se calculan sobre el salario neto, al que le afecta este aumento de las cotizaciones. Los técnicos de Hacienda consultados por este medio, así, indican que aunque por un lado el trabajador deba pagar unos dos euros más por el aumento de las cotizaciones, por otro lado se le retendrá algo menos de IRPF, por lo que les afectará algo menos que eso.

La Agencia Tributaria cuenta con una calculadora en la que se puede consultar cada caso individualmente, con tan solo introducir el número de DNI, el año de nacimiento y la situación económica y familiar correspondiente, que determinará cuánto se retiene de IRPF.

En el supuesto anterior, en términos anuales la empresa tendría que pagar a la Seguridad Social 60 euros más y el trabajador 12 euros más cada año, cantidad que le será descontada de su nómina. Si se trata de una empresa con 50 empleados que cobran este sueldo mínimo (ficticio), la compañía habría de pagar 3.000 euros al año más en cotizaciones a la Seguridad Social y los trabajadores dejarán de recibir, en conjunto, 600 euros.

En el caso de un trabajador con una base de cotización de 2.000 euros, que es el ejemplo que está usando el Gobierno para incidir en que el aumento es muy pequeño, la empresa pagaba hasta ahora 472 euros por empleado y mes y ahora deberá pagar 482, 10 euros más, mientras que el trabajador pagaba 94 euros y ahora pasará a pagar 96 euros.

En el supuesto de un trabajador con la base máxima de cotización, de 4.070 euros (porque las cotizaciones están topadas, es decir, que los sueldos por encima de dicha cifra pagan las mismas cuotas a la Seguridad Social, ya que no existen más tramos), la medida del Gobierno lleva a que la empresa pase de pagar 960,52 euros al mes por él a 980,97 euros, es decir, 20,35 euros más. Del lado del empleado, este pasa de pagar 191,29 euros a 195,36 euros: 4,07 euros más.

Es decir, que como máximo un trabajador deberá abonar 4 euros más al mes a la Seguridad Social con los cambios que sindicatos y Gobierno acordaron ayer y que entrarán en vigor en un año, en 2023. Debido a las razones explicadas más arriba, en cualquier caso la repercusión en la nómina será algo menor que esta cifra, puesto que se le descontará algo menos de IRPF que antes.