La pandemia ha cambiado muchas cosas en el sector turístico en los últimos dos años. Y aunque los destinos de sol y playa sigan siendo un reclamo inigualable en España, las opciones de interior se han visto muy reforzadas por la crisis sanitaria.

Bajar a casi 600 metros de profundidad en una mina de carbón que estuvo en funcionamiento hasta 2015 es lo que ofrecen en el Pozo Sotón (El Entrego), en pleno corazón de Asturias. Allí es posible convertirse en minero por un día de la mano de extrabajadores de la instalación perteneciente a la empresa pública Hunosa, que tras el cese de la actividad extractiva, ahora se dedican a guiar a los visitantes por rutas de hasta cinco horas en las profundidades de la tierra.

"Nadie puede contar mejor que ellos cómo se trabajaba ahí", explica Francisco Cabal, que recorre los pasillosde Fitur 2022, la Feria Internacional del Turismo, ataviado con casco y uniforme de minero. Aunque esa es sólo una de las muchas actividades con la que los destinos de la España interior intentan atraer visitantes en un contexto de recuperación de la actividad tras la pandemia.

En medio de Castilla-La Mancha, otro de los atractivos más peculiares que se ofrecen es el turismo astronómico en el que se han volcado unas cuantas empresas de la Comunidad. Casi 50 rincones de Albacete, Ciudad Real y Cuenca presumen de ser escenarios únicos para la observación del firmamento. "Los cielos limpios y despejados de los que presumen en esta zona permiten contemplar con nitidez los cuerpos celestes", subrayan Diego y Francisco Javier, en el stand de la región que preside Emiliano García-Page.

El enoturismo y las rutas del vino han ido cogiendo fuerza en los últimos años con un fuerte desarrollo en zonas como la Ribera del Duero o La Rioja. Pero en Jaén presumen de su oro líquido y están decididos a emplear el aceite y todo lo que le rodea como un potencial turístico.

Ofrecen desde rutas por toda la provincia con las que empaparse de la cultura oleícola, hasta visitas guiadas por almazaras concretas en Baeza y en Úbeda. "Este tipo de actividades cada vez se hacen más", afirma Pepa Rus, representante del Ayuntamiento de Úbeda en la feria. Allí se pueden visitar olivares y cortijos o convertirse en aceitunero por un día y realizar catas de los diferentes tipos de aceite.

La pandemia también ha dado un fuerte impulso al turismo en caravana o autocaravana. Compostela Campers, una empresa de alquiler de estos vehículos ofrece conocer la Galicia interior con paquetes turísticos que ofrecen también actividades como buceo, excursiones a caballo o espeleología. "Priorizar la economía local y huir de las aglomeraciones es algo que se está vendiendo muy bien", subraya Gael, representante de la empresa.

En el pabellón de Castilla y León se promocionan numerosas actividades de turismo interior. El Camino de Hierro (Salamanca), permite recorrer a pie los 17 kilómetros finales de la antigua línea férrea La Fuente de San Esteban-Barca d'Alva. Este ferrocarril, conocido como Línea del Duero, fue construido entre 1883 y 1887 para favorecer la conexión entre la ciudad charra y Oporto. A lo largo del trayecto, se puede disfrutar de 20 túneles y 19 puentes metálicos.

Por los pasillos de Ifema también se promociona el primer museo nacional de los Tercios españoles, que abrirá sus puertas el 19 de febrero en la localidad madrileña de Villarejo de Salvanés. Aseguran contar con la maqueta militar más grande de Europa yen la jornada inaugural recrearán un campamento de tercios españoles y harán una exhibición de esgrima histórica.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha querido poner en valor durante su visita a la feria la red de caminos naturales que impulsa su Departamento, por ser una "alternativa atractiva de turismo sostenible". El titular de Agricultura ha señalado que con esta red -compuesta por más de 10.300 kilómetros de rutas y más de 130 itinerarios- se quiere contribuir a ampliar la oferta turística del país con "propuestas genuinas y diversas".