Las bolsas de todo el mundo vivieron este jueves una jornada convulsa debido a los ataques militares de Rusia a Ucrania. El líder ruso Vladimir Putin anunció el jueves de madrugada una operación militar en Ucrania en una declaración por televisión. Putin dijo que sólo se atacaría la infraestructura militar, no la población civil, para desmilitarizar el país. Rusia ha lanzado un ataque contra instalaciones militares, sistemas de defensa aérea y bases militares. También se registraron explosiones en Kiev y en varias ciudades. Los separatistas también han lanzado asaltos en el este de Ucrania. 

Ante este escenario, el Ibex 35 registró la peor sesión del año con caídas del 2,8%. Algunos valores del selectivo español cerraron con caídas superiores al 7%. Los expertos coinciden en que habrá unas jornadas de volatilidad en los mercados, sobre todo hasta que se llegue al punto cumbre de la incertidumbre. A partir de ese momento, las bolsas, sobre todo las europeas, que están más expuestas, podrían empezar su recuperación. 

Otro punto para calmar a los mercados son las sanciones y las reacciones de los poderes políticos. Benjamin Melman, Global CIO Edmond de Rothschild Asset Management, apunta que “hay que comprar cuando empieza la guerra”, pero matiza que “para que surja una oportunidad, los mercados tienen que reaccionar de forma exagerada y todavía no ha llegado el momento”.

Pedro Del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía, prevé unas cuantas sesiones de volatilidad hasta que “el escenario general quede, si no más tranquilo, sí más claro”. De hecho, espera que la recaída del mercado se agote en los próximos días a no ser que haya una invasión a gran escala del oeste de Ucrania.

Por eso, considera necesario afrontar el mercado con “extrema prudencia”. En el caso de la deuda pública, una vez pasado el shock inicial que resulta favorable en valoración, es previsible que las mayores presiones inflacionistas, como efecto de la subida del precio de la energía, “provoquen nuevos repuntes de rentabilidades en las curvas”. También sería esperable una mayor prima de riesgo periférica, aunque “entendemos que el BCE actuará como muro de contención ante una eventualidad así”, explica Del Pozo. 

Johanna Kyrklund, directora de inversiones de Schroders, explica que la “peor” fase para el mercado es cuando la incertidumbre está en su punto álgido. “Tras el estallido del conflicto, los inversores ya pueden descontar con más facilidad el impacto de las noticias en los precios de los activos, incluso si las consecuencias son negativas”, puntualiza. No obstante, considera que todavía no se ha alcanzado el pico de incertidumbre, que llegará, añade, cuando se sepa el endurecimiento de las sanciones.

Por otra parte, algunos activos de refugio se comportaron mejor, lo que suele ocurrir cuando se produce un conflicto, pero sólo moderadamente. “Parece que este escenario de conflicto ya ha sido descontado en gran medida”, asegura Lars Kalbreier, CIO en Edmond de Rothschild Banca Privada, ya que añade que la mayor parte del movimiento se ha producido en el último mes, debido a un aumento del riesgo geopolítico.

El experto afirma que la renta variable europea se verá más afectada que la estadounidense y asiática, ya que Europa está mucho más expuesta a Rusia. Pedro del Pozo se muestra de acuerdo y apunta que “la renta variable europea es bastante más vulnerable, en buena medida contagiada por la mayor dependencia energética de Europa y, por tanto, por el mayor impacto sobre la inflación”.

Kalbreier cree que esta situación es comparable a los conflictos del pasado como la invasión rusa de Crimea en 2015 o la invasión rusa del norte de Georgia, “porque el enfrentamiento seguirá siendo regional y el peso económico global de los países implicados es pequeño, por lo que el crecimiento económico mundial no se ve amenazado”. En conclusión, apunta el CIO en Edmond de Rothschild, “creemos que los mercados seguirán siendo volátiles mientras persistan las incertidumbres, pero una vez que el resultado sea más seguro, los mercados deberían estabilizarse”.