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Moncloa ordena a los altos funcionarios cambiar sus contraseñas por temor a un ciberataque ruso

Las instituciones se blindan ante la posibilidad de una guerra cibernética

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, y Nadia Calviña, vicepresidenta, charlan en el Senado

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, y Nadia Calviña, vicepresidenta, charlan en el Senado

Los servicios de inteligencia y de seguridad del Estado han instado al Gobierno que los altos funcionarios de todos los ministerios cambien sus contraseñas para evitar un ataque en las redes, tal y como ha podido confirmar El Independiente por diferentes fuentes ministeriales. 

Con esta orden, Moncloa ha mandado una circular a los ministros y otros altos funcionarios que dependen del Estado para que redoblen su protección ante un inminente ataque procedente de Rusia. No obstante, diversas fuentes consultadas no precisaron si estas ofensivas procedían del Kremlin o de otras organizaciones no oficiales. 

Según relatan fuentes conocedoras de la situación, dicha operación ha sido coordinada entre el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (Incibe) y Moncloa. Las diversas voces del sector de Defensa consultadas por este periódico relatan que este tipo de actuaciones “están justificadas” a la vez que “tienen que acometerse” para no “exponer información sensible que manejan los altos funcionarios del Gobierno”. 

“En situaciones de tensionamiento diplomático, y más en estos casos, se redoblan esfuerzos porque existe mucha información delicada y España tiene una posición de liderazgo en Europa”, narran las fuentes consultadas por este periódico. Además, voces del sector del sector de Defensa explican que en épocas de conflictos bélicos que “atañen de cerca” existen “protocolos” para “minimizar riesgos”. “Se suelen modificar contraseñas y evitar conexiones a Internet que no sean completamente seguras”, narran.

El ataque terrestre de Rusia por casi toda Ucrania ha acelerado el caos en todas las democracias europeas que, a estas horas trabajan de manera coordinada en todas las direcciones, incluida la de la ciberseguridad. Según ha podido conocer este periódico, durante las últimas reuniones mantenidas en Bruselas con los presidentes de los países de la Unión Europea, los líderes no portaban sus dispositivos móviles a los encuentros para evitar espionajes.

Telefónica e Indra controlan la seguridad

El Gobierno también trabaja codo con codo con Telefónica e Indra. De hecho, recientemente el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital adjudicó por el procedimiento de urgencia el centro de operaciones de ciberseguridad a Indra y Telefónica por 46 millones de euros. Este tipo de centros son una infraestructura clave a la hora de organizar la ciberdefensa en grandes organizaciones.

De acuerdo a los criterios de evaluación del proyecto, este incorporará un software de gestión de información y eventos de seguridad (SIEM), así como un sistema de detección y respuesta en 'endpoints' (EDR).

Fuentes de la compañía liderada por José María Álvarez-Pallete explican a este periódico que Telefónica se encuentra a disposición del Gobierno ya que “las redes de telecomunicaciones son infraestructuras vitales y sensibles para el funcionamiento en todos los aspectos de la vida cotidiana”. 

España, a la cabeza de los ciberataques

Cabe destacar que España es uno de los países que lideran el número de ataques informáticos. Según un informe de ESET, en los últimos meses de 2021 los ordenadores de los españoles sufrieron 51.000 millones de intervenciones maliciosas. Los ataques de escritorio remoto suponen la intervención del ordenador a distancia por parte de los piratas informáticos. Estos aprovechan una vulnerabilidad del protocolo RDP para poder obtener el control del dispositivo. En algunos casos se realiza a través de exploits ocultos en programas o códigos infectados.

La guerra en la red es la otra gran batalla que se libra durante las últimas semanas. Según informó el gobierno de Ucrania sufrió 70 páginas web de distintos organismos gubernamentales ucranianos han sufrido ciberataques que modificaban su configuración original para insertar mensajes pro-rusos (comúnmente conocido como defacement) y, en ocasiones, se ha instalado software malicioso diseñado para hacer inoperativos sus sistemas.

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