Europa se reúne durante esta penúltima semana de marzo para arrinconar a Rusia. Tras un mes de invasión en Ucrania, la Unión Europea busca completar un puzle nada fácil. No es otro que el de sobrevivir y poder vivir sin las importaciones del país de Vladimir Putin. Y ese rompecabezas no es fácil de resolver ya que gran parte de los 27 son compradores de referencia de gas y de petróleo ruso.

Mientras que la independencia del gas exportado por Gazprom parece más cercana gracias al pacto acordado en Bruselas entre Estados Unidos y Europa por el que la Administración Biden se ha comprometido a mandar un 66% más de gas natural licuado hasta las costas del Viejo Continente, la del petróleo parece más complicada.

La dificultad radica, principalmente, en el amplio abanico de calidades y diferentes tipos de petróleo que existen en todo el mundo. A pesar de que la Unión Europea y países como Reino Unido han mantenido importantes reuniones con las grandes potencias extractoras de fuel, la realidad es que no están preparadas para asumir la adquisición de crudo de otras regiones. La principal razón es la del refino. Como señalan las diversas fuentes consultadas por este periódico, el resto de la UE no han invertido lo suficiente para poder decir adiós a la energía rusa y su infraestructura no está diseñada para pulir el petróleo de diferentes calidades.

Es aquí donde España entra en escena y es el espejo en el que se quieren mirar el resto de potencias. Tal y como narran desde la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), nuestro país acometió una importante inversión desde 2008 a 2012 para poder diversificar sus importaciones.

“España en un contexto muy pesimista derivado por la crisis de Ucrania parte con la ventaja competitiva que le da haber destinado más de 6.500 millones de euros de inversión desde 2008 a modernizar sus instalaciones”, señalan desde la asociación. España cuenta, según datos de AOP, con diez diez refinerías, cinco de Repsol, tres de Cepsa, una de BP y una de Asesa (gestionada al 50% por Cepsa y Repsol), en varias de ellas se ha aumentado su capacidad de producción y conversión (Castellón, Bilbao, Cartagena y Huelva), a pesar de que en ese periodo se vivieron los peores años de la crisis económica.

Además, según explican a este periódico desde la AOP, la situación geográfica española también sirve para que a España le lleguen desde diferentes puntos del mundo petróleo. “Somos una península y nuestro país está bañado por mar por lo que es mucho más fácil traer buques con petróleo que a otras naciones de Europa”, argumentan.

Y es que, de acuerdo a los datos oficiales de la Comisión Europea Rusia representa alrededor del 45% de las importaciones de gas de la Unión Europea, el 25% de las importaciones de petróleo y el 45 % del carbón. Alemania, por ejemplo, dispara sus compras hasta el 55%.

Alternativas

Con Europa diseñando una hoja de ruta para el bloqueo de compras de petróleo, se abre un amplio abanico de opciones. La AIE decidió recientemente liberar 60 millones de barriles, la mitad procedente de las reservas de Estados Unidos. El impacto en el precio del petróleo fue casi nulo, porque los operadores consideraron esta cifra insuficiente, algo que ha sucedido en ocasiones anteriores, sin ir más lejos el propio Joe Biden lo intentó sin éxito el pasado año.

Desde la consultora OFI Am señalan que otra de las alternativas es la de una vuelta al mercado del petróleo iraní.Las negociaciones avanzan entre la República Islámica y los países occidentales para reactivar el acuerdo nuclear iraní al que Estados Unidos había dado la espalda, “lo que allanaría el camino para el levantamiento de las sanciones a Irán y el retorno del petróleo de este país”. No obstante, señalan que la producción recuperable sólo resolvería parcialmente el problema. OFI AM estima que Irán podría añadir entre 1,2 y 1,3 millones de barriles por día a lo que ya produce.

“Es necesario tener en cuenta que Irán es un país que se lleva bien con Rusia. Por lo tanto, no es seguro que vaya a poner toda su buena voluntad en una rápida resolución de las negociaciones. Otra opción es levantar las sanciones a Venezuela, aunque el sistema petrolero venezolano está en tan mal estado que pasarán meses antes de que pueda producir un volumen significativo”, remarcan los expertos.

A su vez, recuerdan que “queda un pequeño potencial teórico en los países de la OPEP que han estado aumentando gradualmente su objetivo de producción en 400.000 barriles diarios cada mes desde mediados de 2021”. Si bien es cierto que muchos de ellos no consiguen aumentar la producción de acuerdo con sus cuotas, y el cártel va con retraso.

España diversifica sus compras

Para explicar la diversificación de la compra de petróleo de España basta con repasar los datos de importación de crudo del último mes que se tienen registros. Según Cores, llegaron hasta las refinerías 33 tipos de crudo originarios de 19 países. Nigeria (782.000 toneladas, 15,1% del total) se situó como principal suministrador de crudo a España, con un descenso del 20,2% sobre enero de 2021. Le siguió México (647.000 toneladas, 12,5% del total), con un descenso del 10,3% interanual, y Estados Unidos (559.000 toneladas, 10,8%), que aumentan sus importaciones un 207,4%.

Por áreas geográficas, África (-2,7% respecto a enero de 2021) es la principal zona de abastecimiento en el mes (32,8% del total). Le siguen América del Norte (25,1% del total, +29,7%), Europa y Euroasia (20,8%, -1,2%), Oriente Medio (13,3%, +7,8%) y América Central y del Sur (8,1% del total), según Cores.