Un fenómeno comparable a la Primavera Árabe que hace once años irrumpió en el norte de África. El mundo se prepara para un escenario similar, de imprevisibles seísmos paralelos, si la guerra en Ucrania continúa sumando días y la agricultura del país se mantiene en la parálisis. En estos términos, directos y sin circunloquios, se ha expresado este domingo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.

“Cuando los precios se disparen, y la gente pobre no pueda alimentar a sus familias, saldrán a la calle", ha pronosticado Georgieva en el Doha Forum, el evento de debate político que concluye este domingo en Qatar. El organismo internacional anticipa así “unas revueltas de los hambrientos” en el norte de África y Oriente Próximo que tendrían consecuencias directas en el otro lado del mediterráneo, en forma de nuevos flujos migratorios.

Una cosa que sabemos sobre los problemas en un lugar es que viajan, no se quedan allí

Y ha agregado: “Una cosa que sabemos sobre los problemas en un lugar es que viajan, no se quedan allí”. Un toque de atención, dirigido especialmente a los líderes europeos, cuando Bruselas trata de administrar la llegada masiva de refugiados ucranianos que huyen de un mes de conflicto. Según cálculos de la ONU, más de 3,5 millones de ucranianos han abandonado el país desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania el 24 de febrero.

A juicio de la economista, la invasión rusa y las sanciones económicas impuestas a Moscú por europeos y estadounidenses han obligado a los más pobres del mundo a cargar con lo peor de la crisis. Son, ha recalcado, los que están teniendo que hacer frente a la subida de los precios de los alimentos y la falta de oportunidades laborales. Una situación que también se dio hace una década, cuando el incremento de los precios del pan se unió a las reclamaciones de justicia social y cambio político en los países árabes.

Necesitamos que para julio la cosecha en Ucrania contribuya a la estabilidad de los precios de los alimentos

Para la mayoría de las naciones del norte de África, Ucrania es el principal exportador de trigo. "Necesitamos que para julio la cosecha en Ucrania contribuya a la estabilidad de los precios de los alimentos", ha precisado.

Y, consciente de esa dependencia, Georgieva ha suplicado desde Doha a la comunidad internacional mayor cooperación para suplir las deficiencias en el suministro de productos básicos y energía. “Por favor, trabajen juntos”, ha declarado. “Los productores de petróleo, gas y de alimentos están hoy en condiciones de ayudar a reducir esta incertidumbre”, ha aseverado. “Los problemas viajan. Este es u asunto social”, ha concluido.