Los primeros datos de empleo conocidos tras la entrada en vigor de la reforma laboral al completo son muy positivos. España ha registrado por primera vez en la historia más de 20 millones de trabajadores, casi un millón más que hace un año (+5%); y la mitad de los contratos firmados en abril fueron indefinidos, algo que tampoco había pasado desde que se tienen datos, a pesar de que la Semana Santa suele ser generadora de empleo temporal.

Además, los parados son ya 3,02 millones, su cifra más baja desde el mismo mes de 2008, lo que hace suponer que en el mes de mayo quedarán por debajo de los 3 millones. La reducción de los parados, de 888.000 frente al mismo mes del año anterior, también es histórica. Con respecto al mes anterior, este abril se crea más empleo que en la media de los últimos años: 184.000 afiliados más frente a los 168.000 del periodo 2014-2021, sin tener en cuenta 2020.

Y tomando los datos desestacionalizados, es decir, eliminando los posibles efectos de calendario, también se obtienen datos positivos: que el empleo ha crecido en 33.000 personas y el paro ha caído en 4.600.

El Gobierno ha insistido asimismo en que la temporalidad ha caído hasta el 23%, frente al 29% del mes anterior. Esto implica que el 77% de los trabajadores españoles cuentan con un contrato indefinido, más protección ante el despido y, por tanto, mayor capacidad para hacer planes vitales, con la consecuente repercusión que esto tiene para el consumo y las familias. Por su parte, los contratos de duración muy corta, los que tienen una duración inferior a siete días, han descendido hasta el 28%.

Sin embargo, estos datos ocultan una parte preocupante. El 60% de los nuevos contratos indefinidos son a tiempo parcial, lo que muestra cierto trasvase de los anteriores temporales a los nuevos fijos. Por otro lado, el ritmo de creación de empleo es inferior que a principios de año, algo que puede explicarse por la guerra de Ucrania y por la situación a la que los altos precios están llevando a las empresas, conduciéndolas a cierta ralentización.

La mitad de los contratos creados son indefinidos, pero la mayoría son temporales

Los nuevos requisitos que establecía para los contratos temporales la reforma laboral entraron en vigor el 31 de marzo, tras un periodo de adaptación de tres meses, según se contempló en ley que se aprobó el pasado 31 de diciembre. La nueva norma ha tenido un rápido efecto. Los datos muestran que el turismo y el ocio han impulsado la creación de empleo este mes, con siete de cada diez nuevos empleos, pero también revelan que han tomado un rumbo distinto: en lugar de crear puestos de trabajo temporales, la mayoría han sido indefinidos. En todos los sectores.

El 48% de todos los contratos firmados en abril fueron indefinidos. Casi la mitad del total, pese a Semana Santa. Y se han firmado 699.000 contratos fijos, cuatro veces más que la media previa a la pandemia. Los temporales suscritos han sido 751.000, menos de la mitad que otros meses de abril.

Para el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, las señales son muy positivas: "Es la reforma laboral más eficaz de nuestra historia. Demuestra que las cosas se pueden cambiar si se hacen con la suficiente inteligencia y determinación, y es el ejemplo palmario de que las políticas públicas pueden cambiar la vida de la gente", aseguró, destacando que desde que se aprobó la reforma laboral se han suscrito 1,8 millones de contratos indefinidos, casi el triple que de 2015 a 2019.

Pérez Rey no señaló, sin embargo, que el 60% de los contratos indefinidos son a tiempo parcial. 413.900 de los 698.600. A tiempo completo, fueron solo 284.700. Con respecto al mismo mes del año anterior, los contratos indefinidos a tiempo completo han aumentado en un 177% y los a tiempo parcial un 297%, algo a lo que el Gobierno ha quitado peso recordando que antes se hacían menos contratos indefinidos a tiempo parcial porque los contratos temporales eran mucho más frecuentes. Así, no se estaría creando más empleo a tiempo parcial, sino que se estaría transformando en otro más seguro para los trabajadores.

Los contratos de 7 días o menos caen del 76% al 28%

Por otro lado, es destacable que los contratos de siete días de duración o menos representan este mes de abril el 28% de todos los firmados. Pero eran el 76%, de media, en el mismo mes de 2017 a 2019, según datos que ha compartido el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. También se han reducido drásticamente los contratos de tan solo un día: mientras que en los meses de abril de 2017 a 2019 representaban casi el 40% de todos los firmados, este 2022 han supuesto algo más del 10%.

De la misma manera, mientras que de 2017 a 2019 solo el 8% del total de contratos firmados al inicio del año continuaban vigentes a final de abril, este año suponen el 47%. La duración media de los contratos firmados desde el 1 de enero y que a finales de abril ya se han extinguido ha subido hasta casi los 15 días, cuando en 2017, 2018 y 2019 nunca llegó a los 12 días.