Es el motor económico de Europa. Es la que contagia y arrastra al resto de economías, y por ahora, la situación no es esperanzadora. Los precios de producción industrial en Alemania están disparados como hace muchas décadas que no lo estaban, siete en concreto. El índice de precios de producción industrial (PPI) alemán registró el pasado mes de abril una subida interanual récord del 33,5%, -frente al incremento del 30,9% observado en marzo-. Se trata del mayor aumento de precios desde que existen registros, desde 1949, hace 73 años, según los datos de la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

"Este fue el aumento más alto en la historia en comparación con el mes correspondiente del año anterior", indicó la agencia estadística alemana. Justifica el incremento en abril por las "implicaciones derivadas del ataque de Rusia a Ucrania".

El mes pasado en Alemania el precio de la energía aumentó un 87,3% interanual como consecuencia del encarecimiento del gas natural (+154,8%), mientras que los precios de la electricidad se elevaron un 87,7% y los de los productos derivados del petróleo un 53,9%. Asimismo, los precios del gasóleo para calefacción aumentaron un 102,1% en comparación con abril de 2021 y los de los combustibles para motores un 46,6%.

La radiografía de precios también muestra que los bienes intermedios se encarecieron un 26% con respecto a abril de 2021, incluyendo un alza del 43,3% del coste de los metales. Se produjeron incrementos de precios especialmente elevados en los fertilizantes y los compuestos nitrogenados, cuyos precios subieron un 111,7%.

Incrementos en todos los productos

Los precios de los envases de madera subieron un 75% desde abril de 2021, los de los gases industriales un 66,4%. Los precios de los alimentos preparados para animales de granja aumentaron un 52,8% y los precios de la madera aserrada un 52,3%.

Asimismo, en comparación con abril de 2021, los precios del papel y cartón aumentaron un 52,7%. Por su parte, los precios de la harina de cereales subieron un 39,1%. En el caso de los bienes de consumo no duradero los precios aumentaron un 13,2% interanual, incluyendo un alza del 17,3% de los precios de los alimentos.

Especialmente alto fue el aumento del precio de la mantequilla, con una subida del 70,9%, mientras que los aceites vegetales crudos subieron un 70% desde abril de 2021. Los precios de la carne de bovino aumentaron un 41,6% y los de la carne de cerdo un 22,1%.

A su vez, los precios de los bienes de consumo duraderos aumentaron un 8,3% en comparación con abril de 2021, debido principalmente a la evolución de los precios de los muebles (+10,5 %). Por último, los bienes de capital se encarecieron un 6,7%, su mayor incremento interanual desde octubre de 1975. El mayor impacto en la evolución de los precios de los bienes de capital correspondió al aumento de los precios de las máquinas (7,6%), seguido por la evolución de los precios de los vehículos (4,9%).