El Gobierno ha salido en tromba a felicitarse por el tope al gas aprobado recientemente. Y los números, en principio, estaban de su lado. El precio del megavatio a la hora pasó en apenas unas horas de 214 euros que se llegaban a pagar de media el lunes, a los 165 que se abonarán este miércoles, una vez que entró en vigor la llamada excepción ibérica.

“Es una medida histórica que permitirá abaratar la factura de la luz de los hogares y empresas acogidas a la tarifa regulada (PVPC) en torno a un 20% y amortiguar la subida del IPC en torno a un punto”, explicaba Isabel Rodríguez, ministra portavoz del Ejecutivo en rueda de prensa del Gobierno.

Pero las empresas eléctricas explican a este periódico que Moncloa no está diciendo toda la verdad. ¿Por qué? Porque el Gobierno omite el sobrecoste del gas que todos los españoles tendremos que pagar en la factura eléctrica a las centrales de ciclo combinado. Según OMIE, Operador del Mercado Ibérico de Energía, esta diferencia se sitúa en 59 euros de media. Este coste, que se calcula de manera horaria, puede llegar a rebasar incluso los 78 euros en algún momento del día.

Por tanto, el precio sin aplicar el cap al gas hubiese sido de 237 euros, lo que supone entonces una rebaja sólo de 6% para los clientes vinculados al PVPC. “El Gobierno no puede permitirse el lujo de explicar que el precio cae un 22% cuando no contabiliza el sobrecoste que se genera por la medida. Ya se explicó que esta cantidad deberá pagarse sí o sí por la demanda”, señalan fuentes del sector energético.

Según fuentes del sector eléctrico indican que si bien el mercado de futuros ha corregido el nivel de precios, ajustándose a lo que pudiera esperarse una vez entre en aplicación el cap a partir del miércoles existen varias apreciaciones que el Gobierno “no explica”.

“Hemos pasado de niveles alrededor de 170 €/MWh para casi todos los plazos de 2022 a niveles alrededor de 140. Será necesario esperar a ver el comportamiento de los agentes en los primeros días de aplicación para que esos niveles de precio de futuro se vayan ajustando definitivamente”, matizan las mismas fuentes.

Por otra parte, las mismas voces arguyen que, a pesar de que se ha producido dicha bajada en el mix”, los futuros no han reaccionado hasta que “no ha sido finalmente autorizada por Bruselas”. A su vez, fuentes del sector recuerdan que los grandes perjudicados seguirán siendo las empresas que tengan un contrato a precio fijo y aquellas personas que hayan renovado desde finales de abril. De hecho, fuentes del sector eléctrico calculan que “sufrirán un recargo de casi 60 euros”.