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El sector turístico teme un freno a su actividad en otoño tras un verano de récord

La patronal Exceltur prevé cerrar 2022 con un nivel de actividad sólo un 1,9% por debajo de 2019, un ejercicio donde se batieron todos los récord

Numerosas personas disfrutan de un día de playa en La Malagueta de la capital malagueña

Numerosas personas disfrutan de un día de playa en La Malagueta de la capital malagueña EFE

La incertidumbre que acompaña a la actual situación económica no está frenando las ganas de viajar. Al menos, de momento. Pero en el sector turístico comienzan ya a ver las orejas al lobo tras dar por descontado que este verano batirán récord de actividad, superando incluso las cifras de 2019.

La Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur) contempla una notable senda de reactivación en los dos trimestres centrales y principales del año. Pero reconoce también "cierta ralentización en otoño por la incertidumbre asociada a la posible recesión en las economías europeas y americanas en el cuarto trimestre".

La patronal que preside Gabriel Escarrer (Meliá) dice que este escenario tiene asociados "potenciales riesgos a la baja vinculados especialmente el desarrollo del conflicto bélico y las posibles implicaciones sobre los precios de la energía, espiral inflacionista, merma de la poder de gasto turístico de hogares europeos y posible recesión".

"El inusitado despegue de este verano tendrá que convivir con las turbulencias, a pesar de las positivas previsiones a las que apuntan las reservas actuales", ha señalado el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda. Tampoco preocupan de momento el nivel de cancelaciones que se registran, en un mercado donde cada vez dominan más las reservas de última hora y en el que la demanda extranjera va tomando el relevo de una demanda española que hasta ahora había sido la más pujante y que ahora vuelve a salir fuera.

La explosión de demanda de los últimos meses y el pico de actividad que se espera para julio, agosto y septiembre ha llevado a la organización a revisar el valor estimado de actividad turística (PIB Turístico) para este año, marcado por la dificultad para encontrar mano de obra. En concreto, calculan un incremento de 10.117 frene a los cálculos realizados en abril, hasta situarse en 151.798 millones de euros para la economía española.

Dicha cifra supondría quedarse apenas 2.940 millones por debajo (-1,9%) frente al año 2019, que supuso un ejercicio récord. Descontando el efecto del incremento de los precios, eso sí, el PIB Turístico en 2022 registraría un caída del 8,1% respecto a último año antes de la pandemia en términos reales.

Tras cerrar un mal primer trimestre, con un 12,9% menos de actividad que en el mismo período de 2019, para el segundo trimestre se ha calculado un incremento del 1,1% del PIB turístico y, para el tercero, una subida del 2%. Sin embargo, para los tres últimos meses del año la estimación pasa por una caída del 3,2% frente a las cifras del mismo período prepandemia.

Más costes y menos márgenes

A nivel empresarial, aunque la facturación se dispare, los resultados operativos todavía se ven afectados y los márgenes muy golpeados. Todo eso, en un contexto en el que las empresas tienen un alto nivel de endeudamiento a consecuencia de la pandemia, cuyos préstamos deben empezar a devolver.

Además, desde Exceltur se esfuerzan en combatir la imagen de precios disparados. "Los precios turísticos apenas han subido hasta mayo un 6,5% sobre el año 2021 cuando el conjunto de la economía ha crecido un 10,6%. No hay ninguna de las ramas turísticas que supere el promedio de inflación", enfatizaba Zoreda.

Entre las demandas del sector para hacer frente a la situación están la extensión de los plazos de carencia y amortización de los créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO). Asimismo, siguen reclamando al Gobierno el diseño y puesta en marcha de un plan estratégico (PERTE) para el sector, similar al del automóvil.

De lo que presumen desde la patronal es de haber alcanzado en junio niveles de empleo que no se veían desde antes de la pandemia, además de reducir en 46 puntos la tasa de temporalidad de los nuevos contratos firmados tras la entrada en vigor la reforma laboral. Una cifra que supera a la media del conjunto de la economía nacional.

En cuanto a los destinos, Canarias, Baleares y Andalucía serán las regiones más potentes mientras que las ciudades de Madrid y Barcelona estarán algo por detrás en el nivel de recuperación. En ambos archipiélagos, algunas empresas dependientes del turismo de turoperadores -que se contrata con meses de antelación- están teniendo que trabajar a pérdidas por los sobrecostes actuales.

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