Las haciendas vascas ajustarán todos los tramos del IRPF un 5,5% ante el incremento disparado de la inflación. La decisión la han adoptado hoy el Gobierno vasco y las tres diputaciones forales en una reunión en la que se ha acordado implantar una deflactación del 4% de todos los tramos que se suma al 1,5% acordado a comienzos de año. De este modo, la medida buscaría ajustar el impacto económica a la inflación subyacente con la que se prevé cerrar el año en Euskadi, el 5%, según ha avanzado el lehendakari, Iñigo Urkullu. De igual manera, se ha decidido que se actualizarán todas las deducciones en vigor en el mismo porcentaje del 4%.

La medida fiscal, aplicable al ejercicio 2022, aspira a que los ciudadanos y las familias "dispongan de más dinero en sus bolsillos" para hacer frente al incremento de precios actual. El ajuste impositivo tendrá un impacto estimado de 250 millones de euros en forma de descenso de recaudación de las haciendas vascas.

El ajuste de la tabla de retenciones de trabajo será aplicable desde el próximo mes de septiembre. Entre la batería de medidas también se incluye una minoración de la cuota de hasta 200 euros para las declaraciones con una base imponible de hasta 35.000 euros. Además, las ayudas públicas de hasta 200 euros que se concedieron a trabajadores, recogidas en el Real Decreto Ley 11/2022 también quedarán exentas de tributar.

Exenciones

Las exenciones también se aplican a los trabajadores autónomos que quedarán exentos de la presentación de los pagos fraccionados del tercer y cuarto trimestre del año y a su vez las empresas con volúmenes de negocio pro debajo de los 50 millones quedarán exentas de la presentación del pago fraccionado.

Urkullu ha presentado estas medidas como parte de las acciones que desde las Administraciones se quieren poner en marcha para paliar el impacto que la alta inflación está teniendo en la economía de los ciudadanos. Respecto al impacto económico en la elaboración del próximo presupuesto, el lehendakari ha señalado que habrá que esperar al próximo 15 de octubre, cuando está previsto que se reúna el Consejo Vasco de Finanzas en el que se presentará la primera previsión de cierre de recaudación del año y con ello una estimación clave para elaborar las cuentas de 2023.

Urkullu ha subrayado que se tratan en cualquier caso de "medidas coyunturales, no estructurales" y que se deberán analizar en la futura reforma fiscal aún pendiente de abordar. "Aspiramos a trasladar cierta esperanza a la ciudadanía, protección a las personas y las familias. Si en el futuro hicieran falta más medidas, las tomaremos. tenemos herramientas a las pondremos a disposición del bienestar de la economía".

Preguntado por la presentación de la propuesta legal para fijar un impuesto a energéticas y la banca. el lehendakari ha recordado que en el caso de Euskadi "nuestra singularidad recogida en el Concierto Económico" obligará a adaptar la propuesta al tratarse de un tributo concertado y que correspondería recaudar, al menos parcialmente, a las haciendas vasca. Por el momento ha evitado pronunciarse hasta no conocer el contenido de la propuesta que hoy presentan PSOE y Unidas Podemos.