La Comunidad de Madrid, Andalucía y País Vasco tienen el peor saldo eléctrico de nuestro país. Es decir, son las regiones que más electricidad consumen mes a mes y, a su vez, son las que menos generan.

Este lunes, representantes de las autonomías se van a ver las caras con la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, para abordar el plan de ahorro energético. Las medidas que propone Moncloa han sido muy criticadas por algunas de las comunidades autónomas. Se da la casualidad que las que más han endurecido su mensaje contra Moncloa son las que más energía demandan y las que menos pueden generar, según los datos extraídos del balance eléctrico anual de Redeia (Red Eléctrica).

Así, la Comunidad de Madrid lidera el ranking de CCAA que más electricidad necesita al año y la que menos genera. De acuerdo a los datos consultados por este periódico, la región tiene un saldo energético negativo de unos 26 millones de bcm (billones de metros cúbicos).

En concreto, la Comunidad de Madrid solicita al año unos 27 millones de bcm mientras que solo es capaz de abastecer su propia demanda con un millón. Esto, tal y como recalcan fuentes del sector energético, se debe a la gran cantidad de población que se congrega cerca de la capital y, sobre todo, a la gran industria que se aposenta sobre la periferia. “Madrid tiene aeropuerto, fábricas, una gran red de transporte, estaciones de trenes, autobuses y hospitales. Es un área geográfica gigantesca eléctricamente hablando”, subrayan.

Isabel Díaz Ayuso fue la primera presidenta autonómica en levantar la voz contra el plan aprobado la semana pasada. La política aseguró que apagar los escaparates o reducir la calefacción “generaría inseguridad y pobreza” en la Comunidad de Madrid y, por eso, dejó entrever que llevaría las medidas al Tribunal Constitucional.

Saldo energético de la Comunidad de Madrid. Fuente: Redeia

Lo mismo ocurre con Andalucía. Pero esta vez, con matices. Al contrario de la Comunidad de Madrid sí que esta autonomía consigue generar más energía eléctrica debido a sus amplios parques fotovoltaicos, eólicos o las infraestructuras de ciclo combinado. Sin embargo, el factor poblacional pesa demasiado. La región sureña es la que cuenta con más habitantes y provoca un saldo negativo eléctrico de 10 millones de bcm ya que requiere hasta 39 millones de bcm para poder encenderse. Al igual que Madrid, la Junta ya ha reiterado esta semana que van a estudiar “al detalle” las medidas propuestas al Ejecutivo.

El consejero de Presidencia, Antonio Sanz, señaló que el Gobierno debe rectificar sobre las disposiciones adoptadas tras un proceso de diálogo con las comunidades autónomas. Para el político, las medidas de Moncloa" están hechas desde la improvisación y no tienen en cuenta las distintas peculiaridades y realidades" de las comunidades autónomas.

Euskadi es la tercera región que peor saldo energético tiene. El País Vasco fue mucho más allá y adelantó que ha trabajado y planeado un plan energético alternativo al del Gobierno y que se pondrá en marcha el próximo septiembre. La comunidad autónoma pidió en 2021 un total de 15 bcm, sin embargo solo pudo generar unos 6 millones de bcm. La región sigue trabajando duramente en crear nuevas instalaciones de energía renovable de la mano de Iberdrola o Repsol. Pero el gran peso de la industria dentro de su economía hace que, de momento, tenga que pedir energía para poder subsistir día a día.

La Comunidad Valenciana o Cataluña, dos comunidades autónomas que hasta el momento no han mostrado rechazo a las medidas para ahorrar energía del Gobierno, también tienen saldo energético negativo. En el caso de la región levantina tiene unas cifras muy parecidas a las de Euskadi y su dependencia anual es de 10 millones de Bcm.

El caso de Cataluña es distinto. La región es la que más energía demanda al mercado eléctrico (44 millones de bcm) por delante de Andalucía, pero su peso en la energía no renovable compensa sus exigencias energéticas.

Saldo energético de Cataluña. Fuente: Redeia

Es decir, que la región aprovecha su generación en tecnologías como la nuclear y los ciclos combinados para no tener que acudir a los intercambios interregionales. Cataluña, según los datos de Red Eléctrica, tiene un saldo negativo de 5 millones de bcm al año.

La España Vacía sostiene a las grandes CCAA

Pero si las grandes comunidades autónomas, por peso económico y poblacional, no son capaces de generar electricidad, la España Vaciada se ocupa de dotar de energía al resto de España. Extremadura, Castilla La Mancha, Castilla y León y Aragón son las regiones que más producen y que menos necesitan.

Generación eléctrica de Extremadura. Fuente: Redeia

“Son áreas extremadamente extensas y que, además, tienen unas condiciones óptimas para instalar campos fotovoltáicos o eólicos. Son la gran fuente de energía de nuestro país”, recalcan las diversas fuentes del sector energético consultadas por este periódico.

Extremadura es un gran ejemplo. Durante 2021, generó casi tanta electricidad como la que necesita la Comunidad de Madrid y tan solo necesitó 5 bcm para cubrir sus necesidades. Castilla y León, por ejemplo, es la autonomía que más energía renovable genera con un total de 24 millones de bcm por año mientras que apenas pide al sistema 12 bcm al año. En una situación parecida se encuentra la tierra de Don Quijote, que tiene un saldo positivo de 11 millones de bcm. Por último, Aragón aporta un total de 18 bcm al sistema eléctrico español positivos.

Reunión de urgencia

Con toda la polémica energética, el Gobierno decidió convocar para este lunes la Conferencia Sectorial de Energía para analizar junto a los máximos responsables autonómicos en las áreas de Energía, Industria y Comercio los detalles del real decreto-ley de medidas de sostenibilidad, ahorro y eficiencia energética para reducir la dependencia del gas natural en el contexto de la guerra en Ucrania aprobado el lunes en Consejo de Ministros.

El Ejecutivo recula así tras las críticas recibidas por dirigentes autonómicos ante la falta de consenso en la elaboración del plan, entre ellas, las de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que reclamaba una cita de "máximo nivel" como así será finalmente.