Es una realidad desigual. Con tasas insoportables en el sur y algo menos dramáticas en las regiones del norte. En España actualmente existen 2,92 millones de personas en paro, 40.000 más sólo en el mes de agosto. Hombres y mujeres en busca de un puesto de trabajo que en muchos casos limitan su radio geográfico de búsqueda de empleo. Al contrario que en otros países, los indicadores de movilidad laboral, tanto la de quienes ya tienen trabajo como la de quienes lo buscan, es notablemente inferior. España, junto a Grecia y Francia es uno de los Estados de la UE con los indicadores de movilidad más bajos, frente a países como Alemania o Dinamarca.

La tendencia además ha ido en descenso en los dos últimos años. En España sólo el 2,4% de los ocupados ha cambiado de municipio de residencia en el último año por razones laborales. En el caso de los desempleados, en el último año apenas un 4% ha cambiado de lugar de residencia.

Los datos revelan que en el caso de las personas que buscan un empleo el ‘sedentarismo geográfico’ es casi generalizado. Lejos quedan las décadas en las que familias completas estaban dispuestas a trasladarse en busca de una oportunidad laboral a las regiones laboralmente más atractivas. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en España casi el 80% de los parados no ha cambiado de lugar de residencia en al menos cinco años.

Es un porcentaje medio elevado que incluso en media docena de Comunidades Autónomas se supera. El ratio más bajo de movilidad se registra en la que es la tercera región con más desempleo, Extremadura. Según los datos de junio de la Encuesta de Población Activa (EPA) en Extremadura la una tasa de paro es del 16,7%. Sin embargo, en esta región el 91,8% de sus parados no ha intentado instalarse en otra comunidad en su búsqueda de trabajo y vive en el mismo lugar en el que lo hace desde hace al menos un lustro. En Andalucía, donde el paro es el más elevado –el 18,7%- el porcentaje de parados que no ha cambiado de residencia al menos desde 2017 es del 86%. Tras ella figura una región como La Rioja, con un 81,9%.

Baleares y Canarias

En términos absolutos los datos aportados por el INE revelan que, de los alrededor de 3 millones de parados la inmensa mayoría, 2,5 millones acumula, más de 5 años viviendo en la misma localidad. En el último año sólo 127.000 parados se habría cambiado de residencia, casi la mitad de ellos, 53.000, para buscar suerte en otro país. El segundo grupo más numeroso lo hizo para instalarse en otros municipio, pero de su misma provincia, y algo más de 24.000 se marcharon a otra CCAA. La franja de edad más joven es la que más dispuesta está a dar el paso para buscar empleo fuera, de los 127.000 que cambiaron de ciudad, 71.000 tenían entre 16 y 34 años.

Los desempleados que están más dispuestos a viajar para probar fortuna en su búsqueda laboral son los de las Islas Baleares y Canarias. En el primer caso, casi el 33% de sus parados sí cambió de residencia en los últimos cinco años y en el segundo lo hizo un 26%. En tercer lugar figuran los parados que residen en Madrid y que en un 25% de los casos optaron por cambiar de ciudad para encontrar empleo.

La fotografía de movilidad geográfica es muy diferente en el caso de la población ocupada. En España quienes tienen trabajo y optaron en el último año por cambiar de lugar de residencia triplicaron a los parados que también dieron el paso. En total, los ocupados que se instalaron en otro destino superaron los 481.000. Algo menos de la mitad, 230.000 lo hicieron para instalarse en la misma provincia, 121.000 para instalarse en otra comunidad autónoma y 105.000 para viajar a otro país para comenzar una nueva etapa laboral.