El Gobierno deposita su confianza en el efecto de los fondos europeos sobre el sector de la construcción para sostener el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2023 en el 2,1%. El cuadro macroeconómico presentado este martes tras alcanzar un pacto entre los dos socios del Ejecutivo para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) refleja una considerable subida de la inversión en un sector que acusa graves problemas por la crisis de suministros, la subida del precio de la energía y la falta de mano de obra.

El Gobierno ha elevado al 4,4% la previsión de crecimiento para este año, aunque ha recortado al 2,1% la del siguiente. Y la construcción está llamada a jugar un papel amortiguador del retroceso. La formación bruta de capital fijo de la construcción pasará, según los cálculos del Gobierno, del 3,8 en 2022 al 8,4.

Los atascos administrativos que estaban lastrando la llegada de los fondos Next Generation al tejido productivo parecen ir solventándose. Casi todas las Comunidades Autónomas han sacado ya las convocatorias para optar, por ejemplo, a las ayudas para la rehabilitación de vivienda.

El administrador de infraestructuras ferroviarias Adif es también uno de los grandes licitadores llamados a dar un fuerte impulso al sector durante los próximos meses. "El plan de recuperación maximizará su acción contracíclica en 2023", aseveraba este martes la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.

Desde la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) no ven exagerada la cifra del Gobierno, eso sí, si se consigue repartir el dinero del Plan de Recuperación entre el tejido productivo a un ritmo razonable. Desde hace tiempo, la patronal presidida por Pedro Fernández Alén lleva llamando la atención sobre el hecho de que 7 de cada 10 euros que lleguen de Europa pasarán por el sector. Y esto implica verdaderos retos.

Rehabilitación y regeneración urbana

"El protagonismo del sector va a empezar a sentirse poco a poco, como venimos señalando en los últimos meses", dice Fernández Alén. El Plan de Recuperación contiene potentes actuaciones en torno a la rehabilitación y regeneración urbana pero también incluye medidas sobre la economía circular, con desaladoras, nuevas formas de energía o carriles bici.

Salvado a priori el obstáculo administrativo, miran con "preocupación" los posibles cuellos de botella que se puedan producir en la recepción de materias primas procedentes del extranjero, cuyo precio han subido considerablemente en los últimos dos años. En este punto, ven prioritario y urgente solucionar una problemática que el mecanismo de revisión puesto en marcha por el Ejecutivo a través de varios decretos no ha conseguido corregir.

Por otro lado, desde la patronal también llevan tiempo alertando de que la falta de mano de obra cualificada podría poner en peligro la ejecución de los proyectos cuya fecha de finalización está tasada por las instituciones comunitarias. Ahora mismo hay 1,4 millones de empleados en el sector, "pero se van a necesitar muchos más", advierte.

En el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana han calculado que para los planes de rehabilitación y regeneración urbana se van a necesitar 188.000 puestos de trabajo. Eso hace "necesario" -a ojos de la patronal- "poner en marcha un plan de choque lo antes posible para tener los trabajadores necesarios para cumplir con nuestros compromisos".