Los altos costes de la guerra comienzan a pasar factura en las grandes empresas del Ibex 35. Una de las grandes multinacionales de nuestro país va a revisar su plan estratégico ante el nuevo escenario macroeconómico que nos espera.

Telefónica, tal y como ha adelantado El Confidencial, y confirman fuentes de la empresa a este periódico, se ve obligada a revisar su plan estratégico después en un contexto donde los costes energéticos se están disparando.

McKinsey & Company será la empresa encargada de gestionar este análisis cuyos resultados podrían devenir en una revisión del plan actual o un nuevo plan estratégico.

Con todo, Telefónica seguirá confiando en sus apuestas regionales las bases (Alemania, Brasil, España y Reino Unido), la apuesta por modular la exposición al resto del mercado latinoamericano y el crecimiento de Telefónica Infra y Telefónica Tech.

Cabe recordar que el precio de la acción de la compañía ha sufrido durante los últimos meses y se ha contagiado del pesimismo inversor en la renta variable. En concreto, sus títulos rozan los 3,36 euros y se queda a escasos céntimos de sus mínimos históricos. El presidente de la operadora, José María Álvarez-Pallete, siempre ha defendido su apuesta por los títulos y ha asegurado que las acciones están "muy por debajo" de lo que en verdad vale la compañía.

La operadora también ha de enfrentarse a otros costes notables como es el caso en su filial española. Telefónica España firmó recientemente un acuerdo en el que se equiparaba la subida salarial en base al IPC y deberá cumplir así la cláusula 14 de su actual convenio que protege el poder adquisitivo de los trabajadores.

En un contexto económico ajustado, la operadora ponía fin a 20 trimestres reduciéndola. En concreto, a finales de marzo la empresa descendió hasta los 27.453 millones de euros. Así, la teleco ha aumentado su deuda en unos 1.400 millones de euros «fundamentalmente por las adquisiciones anunciadas de los activos móviles de Oi y BE-terna», señala en el documento de presentación de sus cuentas.

No obstante, en un momento en el que los tipos de interés no dejan de crecer, la compañía ha ido maniobrando y renegociando su deuda en los últimos años y cerca del 80% de la deuda está a tipos fijos que «se han anclado además a unos tipos históricamente bajos».

"Hasta el 80% de nuestra base de ingresos cuenta con mecanismos tarifarios o de precios que nos protegen de la inflación, incluidas las tarifas vinculadas a la inflación en la mayoría de de nuestra exposición en América Latina", reconoció Ángel Vilá, consejero delegado de la compañía hace pocos meses.