Economía

Leopard: así son las empresas que están listas para reparar los tanques con destino a Ucrania

Carro de combate Leopard en las instalaciones de la empresa SDLE en Móstoles (Madrid).

Carro de combate Leopard en las instalaciones de la empresa SDLE en Móstoles (Madrid). Quique Falcón

La industria militar española está lista para poner a punto los carros de combate Leopard que España enviará a Ucrania. Aunque aún no se sabe exactamente cuántos serán, la intención expresada por la ministra de Defensa, Margarita Robles, es que estén a disposición del país invadido por Rusia en torno a primavera.

Sin embargo, los vehículos deberán pasar antes por un proceso de reparación para el combate real. Los que se mandarán permanecen apartados desde hace una década en un almacén militar de Casetas (Zaragoza). Pertenecen a un grupo de 108 carros del modelo más antiguo de los que posee nuestro país (2A4), adquirido a Alemania en los años noventa. A priori, no se enviará ninguno de los 239 más modernos (2E), ensamblados en territorio nacional.

Son varias las empresas que están preparadas ya para acometer los trabajos de remodelación de los carros. Debido a su largo proceso de almacenaje, será necesario evaluar qué daños sufren o qué piezas requieren ser sustituidas. En cualquier caso, hay firmas de primer nivel como Santa Bárbara o Indra y otras más pequeñas como Cohemo o SDLE que podrían encargarse de ejecutar un proceso de reparaciones que durará en torno a tres meses.

La primera de ellas es el propio fabricante de los carros de la versión más moderna y cuenta con una planta en Alcalá de Guadaira (Sevilla) donde actualmente se fabrican los Dragón 8x8. La segunda está especializada en la parte más tecnológica y ha desarrollado los simuladores que se usan para el entrenamiento de los militares.

Por su parte, las otras dos están situadas en la localidad madrileña de Móstoles y, actualmente, tienen adjudicados varios contratos para el mantenimiento de los Leopard. Aunque el Ejército de Tierra cuenta con centros de Mantenimiento de Sistemas Acorazados (PCMASA) en Madrid y en Segovia, los trabajos de mayor envergadura se externalizan a estas compañías privadas.

El fabricante del modelo español, Santa Bárbara Sistemas, tiene capacidad para llevar a cabo el proceso de reparación mecánica, pues es quien ensambló los Leopard 2E y cuenta con la experiencia requerida para manejar este material. La antigua compañía pública fue vendida hace dos décadas al grupo estadounidense General Dynamics.

Entre las más pequeñas, por un lado está Cohemo, que tiene adjudicado el contrato de mantenimiento de las barcazas de estos carros de combate. La firma nació en 1993 como empresa familiar dedicada a la distribución de repuestos para vehículos militares del Ejército de Tierra. Ahora cuenta con unas instalaciones de 30.000 metros cuadrados donde disecciona pieza por pieza a diferentes blindados y carros. También trabaja para clientes de varios países extranjeros y cuenta con capacidad para fabricar piezas descatalogadas o remodelarlas.

Por otro lado, la firma Star Defence Logistics & Engineering (SDLE) también se encarga actualmente de mantener algunos elementos de la torre de estos blindados como la parte optrónica, es decir, sistemas de visión que combinan la óptica y la electrónica. Con más de 200 empleados, la compañía lleva una década prestando servicios no sólo para vehículos de tierra sino también de aeronáutica y en el campo de los drones.

Aunque son competidoras, ambas compañías trabajan también en forma de UTE (Unión Temporal de Empresas) para el mantenimiento de otro tipo de vehículos del Ejército, como la flota de vehículos BMR (Blindado Medio sobre Ruedas) y vehículos de exploración de caballería (VEC).

Lo que se mantiene como una gran incógnita es el presupuesto necesario para poner a punto los carros. Podría variar mucho en función del estado en el que se encuentren los vehículos que finalmente se seleccionen en Zaragoza para enviar a Ucrania. Serán necesarias nuevas baterías, zapatas del sistema de cadenas y otros elementos mecánicos. "No es lo mismo coger carros operativos que carros almacenados", indican fuentes del sector.

Muchas piezas fueron retiradas para su almacenaje después de que quedase en papel mojado un plan para aprovechar ese material acorazado, que preveía transformar los Leopard 2A4 en vehículos especiales de Carro de Zapadores y en Vehículos Lanzapuentes.

Más allá de la existencia de conversaciones, todavía no se ha desvelado cuál será el procedimiento a seguir para adjudicar los trabajos. Dados los plazos anunciados, todo parece indicar que habrá que recurrir a algún tipo de contrato de urgencia que permita sortear el proceso de licitación pública, abierto a recursos de las compañías como el que presentó Indra contra la adjudicación a Cohemo en 2019 del contrato de mantenimiento de la torre de Leopardo.

La Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) mantiene abierto un expediente desde noviembre de 2021 por posibles prácticas anticompetitivas en el suministro, mantenimiento y la modernización del material militar. Las fuentes del sector consultadas, en todo caso, se inclinan por una posible colaboración entre varias compañías para acometer los trabajos de reparación de los carros almacenados en Zaragoza.

Reparto actual

Del parque de Leopard que tiene España, seis están desplegados en Letonia desde 2017, en el batallón multinacional de la OTAN liderado por Canadá. De los 108 A4, 54 se encuentran en el Regimiento de caballería Alcántara 10 (Melilla) y en el Regimiento de caballería Montesa (Ceuta). Retirarlos de estas plazas evitaría tenerles que hacer la puesta a punto como a los Zaragoza, pero la decisión podría provocar revuelo político por la ubicación en la que se encuentran.

Los del grupo de los más modernos están repartidos en varias bases, fundamentalmente en la Brigada Guadarrama (El Goloso) y la Brigada Guzmán El Bueno (Cerro Muriano- Córdoba). También cuentan con varios vehículos en la Brigada Mecanizada Extremadura (Badajoz) y en la Brigada Aragón (Zaragoza).

El programa de envío de carros a Ucrania, al que España ha dado su visto bueno tras el paso adelante de Alemania, también incluirá la formación de las tripulaciones a cargo del Ministerio de Defensa. Se busca que los militares ucranianos puedan operar el material y sepan también mantenerlo en zona de operaciones. El material será clave de cara a una nueva ofensiva de Kiev contra las fuerzas rusas.

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