"Ya está en marcha la Coalición Leopard. Ahora hay que impulsar la coalición de los aviones de combate". Así lo expresó el viceministro ucraniano de Exteriores, Andrij Melnyk, pero el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y todo el gobierno coinciden en esta visión. Zelenski, que recibió el mejor regalo en su 45 aniversario, dijo en su intervención nocturna tras conocer los anuncios de Alemania y Estados Unidos de próximos envíos de carros de combate Leopard y Abrams, dijo que "la clave ahora es la velocidad y el volumen". Los más optimistas, como el ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, señalan que los primeros Leopard podrían llegar a finales de marzo.

Una vez superada esta línea roja, en el horizonte se vislumbra otra nueva: los aviones de combate occidentales como los F-16 y F-35. El presidente Zelenski ya lo ha hablado con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a quien ha pedido también misiles de largo alcance (ATACMS) a la vez que aviación.

El ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, ha conversado con el jefe de la diplomacia polaca, Zbiniew Rau, sobre los aviones de combate. Yuriy Sak, asesor del ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, ha reconocido que es "el próximo gran obstáculo" que hay que salvar. "Si logramos los aviones de combate, las ventajas en el campo de batalla serán enormes. No se trata solo de F-16, sino de aviación de cuarta generación".

En una entrevista en Die Welt, Melnyk, que fue embajador en Berlín, dejaba claro: "Una victoria de Ucrania sin la fuerza aérea moderna es inimaginable"

"Ucrania está pidiendo los F-16 desde el día 1 de la invasión a gran escala. De algún modo, era un gran tabú político, junto con los tanques, porque los aliados lo consideraban una escalada. Ahora que se ha levantado el tabú de los tanques, esperamos que ocurra lo mismo con los aviones. Aumentará drásticamente nuestras capacidades", señala Tetiana Shevchik, experta en defensa de la ONG International Center for Ukrainian Victory.

Ahora que se ha levantado el tabú de los tanques, esperamos que ocurra lo mismo con los aviones. Aumentará nuestras capacidades"

tetiana shevchick, experta en defensa

Según la investigadora, "se prevé que muy pronto se inicie una gran ofensiva, ya sea por parte ucraniana o rusa, y que en primavera se produzcan intensas batallas que serán perjudiciales para la guerra. El apoyo a los aliados con tanques y vehículos blindados, aprobado recientemente, acaba de confirmarlo. Es importante contar con los Leopard no solo para la próxima ofensiva (porque pueden o no estar listos para unirse a la lucha tan rápidamente), sino para que Ucrania esté segura de que en tres, seis o nueve meses más tarde tendremos suficiente blindaje para protegernos y/o seguir luchando". 

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha dejado claro que el visto bueno a la entrega de los Leopard se percibe como "una implicación directa de estos países de la OTAN en el conflicto". Este jueves Ucrania ha sufrido bombardeos en varias ciudades ucranianas, incluida la capital, en los que han muerto 11 personas, a pesar de que la defensa aérea ucraniana ha interceptado 47 de los 55 misiles rusos. También han atacado con drones iraníes.

En teoría, hay unos 2.329 Leopard 2 en 13 países europeos de la OTAN. Pero 369 están almacenados y necesitan un largo y complejo proceso de reacondicionamiento. El canciller federal alemán, Olaf Scholz, ha anunciado que se sumarían unos 80 Leopard en una primera fase: Berlín aportará 14 Leopard 2A6, que se suman a los 14 que Polonia enviará. Países Bajos está dispuesta a contribuir con los 18 que tiene en leasing. Noruega daría ocho. Dinamarca y Finlandia están dispuestos a integrar la Coalición Leopard. Reino Unido entregará a Kiev otros 14 Challenger, su carro de combate de primera línea.

El gobierno polaco ha sido quien ha presionado al máximo al alemán para conseguir el necesario visto bueno a la reexportación. Alemania, como país fabricante, tenía que dar luz verde a estas entregas, como hizo oficialmente el miércoles. Al principio de la guerra, Polonia ofreció enviar sus MiG-29 a Ucrania, a cambio de recibir F-16 estadounidenses, pero esta opción se descartó por su riesgo de escalada.

España dará algunos de los 53 que hay almacenados en Zaragoza. La ministra de Defensa, Margarita Robles, dijo en agosto que estaban "obsoletos" y que su uso sería "un peligro", pero ahora apunta que una veintena puede recuperarse.

Como señala el análisis diario de la Revista Ejércitos, "para que el envío de carros de combate a Ucrania pueda dar un giro a la guerra en primavera y verano, además de una formación suficiente en términos individuales, deberá ofrecerse a los ucranianos formación a nivel de compañía, de batallón, de brigada… y enviarse aviación y armas de mayor alcance que los HIMARS, susceptibles de dañar las adaptadas líneas logísticas rusas, sus puntos de concentración de unidades y sus depósitos logísticos entre otros factores, así como artillería de tubo y munición, mucha. Tarea no imposible, pero sí titánica".

Hasta el momento pocos países son receptivos a estas demandas de Ucrania sobre los aviones de combate. EEUU lo descarta "por el momento", aunque fuentes diplomáticas reconocían a Politico, que hace meses no se concebía el envío de los HIMARS, los Patriot, y luego se aprobó, o carros de combate pesados. El ministro holandés de Exteriores, Wopke Hoekstra, sí admite que supondrían un salto cualitativo en favor de Ucrania. "Tenemos la mente abierta. No tenemos tabúes", dice el ministro holandés. Los Países Bajos tienen 40 F-16 que pronto sustituirán por F-35. También tienen F-16 Polonia, Noruega y Rumanía.

El canciller Scholz descartó categóricamente la posibilidad de dar aviones de combate a Kiev, si bien Alemania no tiene F-16. "Esto lo dejamos claro desde el principio, y el presidente Biden coincide".

Los ministros de Defensa del Grupo de Contacto vuelven a verse el mes próximo en Ramstein, donde se empezará a abordar la cuestión de los aviones de combate. Si fueran necesarios de forma urgente en el futuro, habría que poner en marcha un plan de contingencia. Hay indicios de que EEUU está preparando el terreno: la Cámara de Representantes aprobó un plan para entrenar a pilotos ucranianos en el manejo de aviones de combate y en octubre Ucrania ya había seleccionado una decena.

La empresa Lockheed Martin está dispuesta a aceptar encargos de F-16 si los aliados europeos de Kiev lo requieren, según publica el Financial Times. Hay expertos que apuntan que los F-16 y F-15 no son lo ideal para Ucrania, donde no hay pistas de aterrizaje largas y muy preparadas. Hay otras posibilidades como los F-18 o los Gripens suecos. Sin embargo, no hay muchas existencias de estos aparatos. Suecia de momento no se lo plantea, según Politico.

Los países que están prestando ayuda a Ucrania, no solo militar, también humanitaria, insisten en que están contribuyendo a su defensa. "Ucrania es aquí la víctima del imperialismo ruso", dejó claro Scholz en el Bundestag el miércoles. De momento mantienen la unidad de acción, y eso es lo realmente significativo de la decisión sobre los Leopard. A la vez van paso a paso, con el fin de no propiciar una escalada bélica, aún más peligrosa.

Según Tetiana Shevchiuk, de estos más de 11 meses de guerra pueden extraerse dos lecciones fundamentalmente. "La primera es que la era de las guerras convencionales a gran escala no ha terminado y que todos los ejércitos no deberían reducir sus capacidades como hicieron muchos países de la OTAN, sino que deberían estar preparados para este tipo de guerras. La segunda lección se refiere a la predicción de que Ucrania fracasaría y Rusia ganaría fácilmente en cuestión de días o semanas. Esto no sucedió porque no basta con comparar el número de equipos militares sobre el papel, el éxito en el campo de batalla también depende de la motivación, la voluntad de luchar, la disciplina y el arte estratégico".