Economía

UBS y Credit Suisse: la historia de dos bancos vecinos con más de siglo y medio de historia

Los bancos UBS y Credit Suisse EFE

La posible compra de Credit Suisse por UBS, que se negocia contrarreloj este fin de semana, marcaría un antes y un después en la historia financiera de Suiza, al unir a dos bancos rivales desde su nacimiento a mediados del siglo XIX pero también vecinos, ya que desde el siglo XX sus sedes centrales están en la plaza Paradeplatz de Zúrich.

Credit Suisse nació en 1856 para financiar el desarrollo de la red ferroviaria de Suiza, mientras que UBS es resultado de más de siglo y medio de fusiones de 370 entidades bancarias, aunque el germen se puede considerar la Sociedad Bancaria de Suiza (SBS), una unión de seis bancos de Basilea establecida en 1854.

El nombre de Unión de la Banca Suiza, del que procede UBS, no se utilizó sin embargo hasta 1912, al unirse dos bancos del país, y la fusión definitiva que dio lugar al actual gigante bancario, el mayor de Suiza, llegó en 1998, cuando SBS se integró en él.

Pese al similar prestigio de las dos instituciones durante las últimas décadas, UBS se ha convertido en una entidad de mucho mayor tamaño, con una capitalización en bolsa actual de 77.600 millones de dólares, frente a sólo 11.900 millones de Credit Suisse.

Ello sitúa a UBS como uno de los cinco mayores bancos de Europa, con una capitalización similar a las del español Banco de Santander o el francés BNP Paribas, mientras que Credit Suisse estaría muy por debajo, aproximadamente en el puesto 15 de principales entidades del Viejo Continente.

UBS emplea en todo el mundo a 72.600 trabajadores, frente a los 50.480 de Credit Suisse, que además adelantó el pasado año que reduciría su plantilla en 9.000 empleados como parte de su programa de reestructuración para intentar salir de su crisis financiera.

En Suiza UBS tiene 200 sucursales, una cifra que se reduce a más de la mitad (95) en el caso de Credit Suisse, aunque en los últimos tiempos el verdadero gran contraste entre ambas entidades es el balance de sus negocios:

Si en 2022 UBS registraba beneficios por valor de 7.600 millones de dólares, Credit Suisse sufría una cantidad similar de pérdidas: 7.300 millones de francos (7.900 millones de dólares), cuatro veces y media peores que las que ya había arrojado en 2021.

Una situación que contrasta con la que ambos bancos ocupaban hace apenas 15 años, en la crisis financiera de 2008: en aquella ocasión era UBS la que cayó en una grave crisis por su exposición a las hipotecas subprime estadounidenses, por lo que el Gobierno de Suiza la tuvo que rescatar con una inyección de 60.000 millones de dólares.

Una cifra similar, 54.000 millones de dólares, fue ofrecida como préstamo esta misma semana por el Banco Nacional de Suiza (BNS) para apoyar a Credit Suisse después de que se desplomara el miércoles un 24 % en bolsa, aunque en esta ocasión no se habló de un rescate propiamente dicho.

Ambos bancos, en todo caso, son considerados de "importancia sistémica" por las autoridades financieras suizas, por lo que éstas están obligadas desde 2008 a salir en su apoyo en caso de que ambas, ahora fusionadas en una, vuelvan a sufrir problemas.

Los principales accionistas de UBS son marcadamente norteamericanos, comenzando por el fondo de inversión estadounidense BlackRock (con una participación del 5,23 %) y las tres firmas que le suceden en número de acciones: Dodge & Cox (3,02 %), Massachusetts Financial Services (3,01 %) y Artisan Partners (3,15 %).

En cambio, Credit Suisse, desde su ampliación de capital de 2022 estaba marcadamente dominada por accionistas de Oriente Medio: el Banco Nacional Saudí (9,88 % de las acciones), la Autoridad de Inversión de Qatar (5,03 %) y el grupo saudí Olayan (5 %).

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